La Diputación de Valencia ha aprobado en el pleno de la corporación avanzar hasta 16,2 millones para atender al plan de libros de texto gratis anunciado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y que supondrá que 500.000 escolares de Primaria, Secundaria y FP Básica en la enseñanza pública y concertada de la Comunitat Valenciana recibirán hasta 200 euros si los devuelven en buen estado. La medida ha salido adelante con los votos del PSPV, Compromís, Valencia en Comú y Esquerra Unida, mientras que el PP y Ciudadanos se han abstenido.

El plan de libros de texto gratis debe financiarse a partes iguales entre la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos. Los 16,2 millones aprobados corresponden a la aportación de la corporación provincial (8 millones) y a la parte que han de poner los municipios (otros 8 millones) y que la diputación adelanta ante la falta de liquidez de los consistorios. Este dinero es un tercio de lo que costarán los libros de texto de todos los escolares de la provincia de Valencia.

PP y Ciudadanos se han abstenido alegando que, aunque están a favor de la gratuidad de libros, consideran que no es una competencia de la diputación. Un dato que puede ser clave en Castelló y Alicante, donde las diputaciones están controladas por el PP.

El portavoz de C's, José Enrique Aguar, ha manifestado que "no puede ser que el Consell haga el proyecto y otros paguen". "No se puede pagar la factura que emite otro", ha aseverado. Aguar ha recalcado que esta actuación "no está dentro del marco competencial de las diputaciones". "Están quitando dinero de servicios de la diputación, como la atención social o las carreteras", ha dicho.

Serviles o mercantiles

La portavoz del PP, Carmen Contelles, ha señalado que la diputación "no puede ser financiadora de la Generalitat". "El señor Puig no puede hacer lo que quiere con el dinero de la diputación", ha enfatizado. Contelles ha acusado al equipo de gobierno de la corporación de "serviles" al Consell, mientras desde los grupos que respaldan al ejecutivo le han contestado que "más vale ser serviles que mercantiles".

El diputado de Hacienda, el socialista Toni Gaspar, ha defendido que "al ciudadano le da igual quién pone el dinero y de dónde sale". "El dinero es del ciudadano que paga los impuestos y aquí no se está para trabajar por la diputación, sino por la gente".