El macrojuicio por el presunto saqueo de la depuradora de Emarsa en Pinedo, con 24 imputados y siete meses de sesiones, quedó ayer suspendido a la espera del «cerebro de la trama», detenido en Moldavia desde el 11 de junio.

El encausado número 25 de esta macrocausa, Jorge Ignacio Roca Samper, fue condenado el pasado jueves por la justicia moldava a diez meses de cárcel por un delito de falsedad documental. Roca Samper aún dispone de quince días para recurrir esta sentencia, según informó ayer la Fiscalía al inicio del juicio, en la sección primera de la Audiencia de Valencia.

Si no apela, o se desestima su recurso, el empresario fugado de la justicia valenciana podría ser extraditado a España en un plazo que oscila entre los cinco y los diez meses, según han confirmado fiscales moldavos a la Unidad de Cooperación internacional de la Fiscalía General del Estado. Ante esta tesitura, la fiscal del «caso Emarsa», Virginia Abad, solicitó la suspensión del juicio apelando al «principio de indivisibilidad de los procesos penales» y la obligación legal de «celebrar el procedimiento en un único acto».

La mayoría de los 24 imputados se adhirieron a esta petición (que en algunos casos ya lo solicitaron el pasado 16 de junio, como las defensas de José Juan Morenilla e Ignacio Bernácer). «Es imposible llegar a la verdad sin Roca, porque es el imputado principal que dirigía el entramado de empresas del supuesto fraude», alegó el letrado del director financiero de Emarsa, Enrique Arnal.

Amenaza de anulación del juicio

Sobre el tribunal pendía la amenaza de anulación del juicio si se decidía seguir adelante. «Es mejor evitar la repetición de todo el juicio. Procede suspender y retrotraer la causa al juzgado de instrucción», defendió el abogado del empresario Vicente Ros.

Otro letrado también solicitó la suspensión de las vistas por el proceso abierto en el Tribunal de Cuentas, a instancias de la Entidad metropolitana de servicios hidráulicos (Emshi), por «responsabilidad contable» para recuperar el dinero defraudado. Al tiempo que exigía «saber si algún acusado ha reintegrado alguna cantidad a la Emshi».

Otra defensa también apeló al artículo 746 de la Ley de enjuiciamiento criminal (Lecrim) que prevé la «suspensión de un juicio oral» en su apartado sexto cuando «revelaciones o retractaciones inesperadas produzcan alteraciones sustanciales en los juicios, haciendo necesarios nuevos elementos de prueba o alguna sumaria instrucción suplementaria», como ha sido la aparición del considerado como «cerebro de la trama».

Tras un receso de una hora y cuarto, los magistrados de la sección Primera de la Audiencia de Valencia, Jesús María Huerta Garicano, Luis Carlos Presencia Rubio y Juan Beneyto Mengó decidieron suspender las sesiones del juicio (previstas hasta el próximo mes de mayo). La pieza principal de la causa (hay otras 11 piezas separadas) vuelve al Juzgado de Instrucción número 15 para que se tome declaración a Jorge Ignacio Roca Samper cuando sea extraditado a España.

¿Cuándo llegará el fugado desde Moldavia a España? Es la pregunta del millón. Las fiscales del caso Emarsa no han conseguido aclarar si a Roca Samper se le podrían descontar de la pena de diez meses de cárcel los casi cinco que lleva cumplidos en Moldavia (tal como sucede en España, donde se descuenta el tiempo en prisión preventiva).

La única aclaración Desde Moldavia es que «Roca Samper ha presentado su consentimiento al procedimiento de extradición simplificado, lo que significa que puede ser enjuiciado en España por aquellos delitos cometidos por él antes de la extradición», según la Fiscalía.