La excolaboradora del obispo, Sonia V., negó ayer haber mantenido una relación impropia con Javier Salinas y atribuyó las informaciones al respecto a «la carta que su esposo hizo llegar al Vaticano y previamente a su nuncio en España». Insistió una y otra vez en que no existen pruebas, «solo la torticera interpretación de unos hechos y la manipulación de los mismos», lo que atribuyó a la «celotipia» de su marido, «con el concurso, probablemente, de algún elemento externo interesado en perjudicar gravemente al Obispo». La mujer añadió que no es la primera vez que su marido tiene un episodio de este tipo.

Estéban Mercer Palma