El balance de estos seis meses tiene luces y sombras. El Consell arrancó con la promesa incumplida de reducir el número de altos cargos (al final hay dos más que en la etapa de Fabra), si bien ha rebajado en torno a un 25 % los puestos de asesores, si bien se ha eliminado el requisito de titulación para ser eventual. Pese a las promesas, los altos funcionarios (subdirectores, jefes de servicio) se nombran por libre designación. En materia de Transparencia, los cargos han tenido que airear su patrimonio y sus gastos.
j. ruiz valencia