Los populares valencianos tienen ya luz verde para celebrar un congreso extraordinario que aborde la refundación del partido tras el tsunami de la Operación Taula. Génova ha dado luz verde a la organización valenciana después de que esta, sumida en la desesperación por los casos de corrupción, haya llegado a la conclusión de que sólo un golpe de timón puede salvar las siglas. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, compareció ayer en rueda de prensa arropada por los tres presidentes provinciales (José Císcar, Javier Moliner y Eva Ortiz) y la coordinadora general, Eva Ortiz, para anunciar formalmente el sí de la dirección nacional al cónclave extraordinario tras la reunión mantenida el miércoles con la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal y el responsable de Organziación, Fernando Martínez Maillo.

El cónclave, que Bonig prometió celebrar con procesos de participación interna similares a las primarias, aún no tiene fecha. La lideresa, que anunció que presentará su candidatura para seguir de presidenta, admitió que las fechas se están negociando con Génova y que dependen de la situación nacional. Es decir, de que el panorama político se clarifique. El socilialista Pedro Sánchez se ha dado un mes para buscar apoyos para la investidura. Si no lo logra, podrían repetirse las elecciones generales.

Bonig no aclaró si en todo caso el congreso valenciano esperaría al nacional, aunque indicó que el compromiso de Génova es que sea el primero de los cónclaves regionales. La organización baraja el mes de mayo y en todo caso apuesta porque se celebre antes del verano con o sin elecciones.

Al margen del cuándo, Bonig habló, a preguntas de los periodistas, sobre el cómo. Reconoció que el congreso se regirá por los actuales estatutos (que deberían cambiarse en el propio congreso), pero se comprometió a forzarlos al máximo para poder ampliar la participación interna. «¿Primarias?», se le preguntó. Bonig dijo que tienen cabida bajo la fórmula de un militante, un voto. Con todo, defendió que cualquier militante con tan solo cien firmas puede optar a presentar su candidatura.

Formalmente, el PPCV celebrará la próxima semana una Junta Directiva para pedir la autorización para celebrar el congreso «que no suponga solo cambios de cara» en la formación sino también lance un mensaje para «aglutinar a todo el centro derecha».

También defendió que de ese congreso debe salir un compromiso absoluto contra la corrupción, así como un proyecto de valencianismo y defendió la mayor independencia de Génova. Ahora bien, rebajó las expectativas respecto al cambio de siglas, un planteamiento que no entra en los esquemas de la dirección nacional. «No es cuestión de siglas, lo importante es ver el congreso como una oportunidad de cambio en su conjunto», indicó.