"El cuello de botella de la red ferroviaria es el Valencia-Barcelona"

La situación actual de Europa, desde varios puntos de vista, y las relaciones de Cataluña y España, fueron los ejes de la conferencia que ayer dio en Valencia Josep Borrell, en el marco del Club de Encuentro Manuel Broseta.

El expresidente del Parlamento Europeo y ministro de Obras Públicas con Felipe González, aprovechó la publicación de «Las cuentas y los cuentos de la independencia», libro que ha escrito junto a Joan Llorach, para hablar de las «tendencias disgregadoras de España y Europa», como él apuntó. Y es que, Borrell enmarca el movimiento independentista catalán dentro de la situación de Europa, que el político definió como «la vuelta de los sentimientos identitarios, el levantar muros y fronteras y el temor a la globalización».

La situación de Grecia, los países del este, Gran Bretaña y los referéndums en varios países sobre la inmigración fueron algunos ejemplos que puso.

Sobre la situación de Cataluña, Josep Borrell aseguró que «se cuentan muchas cosas como no son» de lo que culpó a «la literatura nacionalista».

El expresidente del Parlamento Europeo criticó la «hegemonía del pensamiento independentista», ya que explicó que «no son mayoría, pero son hegemónicos». Además, se lamentó de que el 48 por ciento de los catalanes se haya mostrado favorable a la secesión. «Es una fábula, un gran éxito de comunicación política, pero un gran engaño», matizó.

Así, durante la casi hora y media que duró la conferencia, Josep Borrell desmontó algunos de los argumentos del independentismo con citas de Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, o Artur Mas, expresidente catalán.

«Motivos para quejarse»

Sobre la financiación autonómica, el exministro aseguró que hace años él ya cuestionó «el ´Espanya ens roba´». «Si Cataluña paga más de lo que recibe es porque es más rica que la media», afirmó, y aunque reconoció que la autonomía sí paga de más al año al Estado, aseguró que es menos de lo que se dice.

«Valencia es, posiblemente junto a Madrid y las Baleares, la comunidad que tiene más motivos para quejarse» en financiación autonómica, dijo. Sobre las relaciones entre la Comunitat Valenciana y Cataluña, el político también hizo referencia al Corredor Mediterráneo. «Es un fallo estratégico y abominable que esa línea esté por terminar», manifestó. Además, añadió que si en los años 80 se tenía «claro» que el «cuello de botella del sistema ferroviario español era Despeñaperros», aseveró que en la actualidad, «lo es el tramo entre Valencia y Barcelona».

Reconoció que debería haberse hecho «con más rapidez y eficacia» pero lo achacó a una «mala planificación y no a una voluntad manifiesta».

Borrell, que se siente «español, catalán y europeo« y no ve «incompatibilidad» en ello, aseguró que está «dispuesto a respetar el sentimiento identitario de cada cual, pero no la mentira». También explicó que una independencia de Cataluña no sería bien vista por la comunidad internacional y costaría más de lo que el gobierno catalán asegura e instó a resolver la situación con diálogo y poniendo soluciones a los problemas, tanto en Cataluña y España, como con los estados europeos entre ellos.

En su conferencia también hizo varias referencias a la situación de los refugiados que se agolpan en las fronteras europeas. «Me temo lo peor „reconoció„; vamos a provocar una tragedia humana», ya que prevé que lleguen más con el buen tiempo. «Europa debe llevar a la práctica lo que pone el papel. Acoger y distribuir a los demandantes de asilo, y recibirlos como personas», apostilló.