La falta de hospitales acreditados en la Comunitat Valenciana a día de hoy para ofrecer formación pregrado puede poner en serios apuros el futuro de estas titulaciones en las universidades privadas. Si el Consell completa su programa anunciado el pasado martes y pone negro sobre blanco su intención de excluir de los hospitales públicos a los universitarios de la privada, estos tendrán pocas opciones donde recalar, al menos, viendo el mapa de centros acreditados a día de hoy.

La apuesta de la Generalitat Valenciana por impulsar la enseñanza pública pasa por obligar a las universidades privadas con estudios de Ciencias de la Salud por conveniar sus prácticas pregrado solo con centros privados oficialmente acreditados para ello.

En la presentación ante los medios de las medida, se dio a entender que el periodo transitorio durante el que los alumnos ya matriculados podrán hacer sus prácticas todavía en la red pública servía de moratoria para reordenar la situación para las privadas pero lo cierto es que los alumnos que se matriculen ya este mes de septiembre en el curso 2016-2017 necesitarán prácticas en segundo (en titulaciones como Enfermería) y el mapa de centros acreditados a dos años vista no es demasiado diverso.

La intención de la Generalitat, tal como publicó ayer Levante-EMV, es adecuar el volumen de plazas ofertadas a la capacidad de ofrecer prácticas pregrado por lo que el número de centro disponibles para hacer la formación es vital para mantener el futuro de estas universidades.

La consellera de Sanidad, Carmen Montón, concretó que cuatro de los cinco hospitales públicos bajo gestión privada (Alzira, Dénia, Elx y Torrevieja) iban a ser el encaje natural de las titulaciones privadas. El problema es que tres de las cuatro se encuentran en Alicante y Alzira, el único a día de hoy en la provincia de Valencia con acreditación para la docencia, saldrá del circuito privado según las expectativas del Consell en 2018 ya que no se renovará la concesión con Ribera Salud. El siguiente será Torrevieja en 2021.

Valencia y Castelló, bajo mínimos

Con la reversión de Alzira, las universidades privadas se quedarán sin hospitales generalistas privados en la provincia de Valencia donde conveniar prácticas. Para «salvar» la situación, en estos dos años, los centros privados deberían solicitar la acreditación y la Generalitat debería, además, tramitarlo en tiempo y forma. Manises, la otra opción en la provincia de Valencia bajo concesión administrativa, lo ha demandado sin éxito por no cumplir el 100 % de los requisitos. El resto de centros, netamente privados no cuentan con la acreditación.

La situación es bastante peor en la provincia de Castelló. Allí, el único hospital privado de la capital, el Rey Don Jaime gestionado por Nisa, no puede acoger a día de hoy a estudiantes y, hasta ahora, los alumnos de las privadas se derivaban tanto al Hospital General como al Hospital Provincial, ambos en la red pública.

El problema de las universidades privadas se convierte, de forma indirecta, en un «importante reto» para el sector de las clínicas privadas. Así lo entiende Miguel Vilches, director general del IDIS, Instituto para el Desarrollo y la Integración de la Sanidad, la patronal de las empresas sanitarias privadas. «Es un problema más de las universidades que de los hospitales pero sí es cierto que la situación a corto plazo no es la mejor en la Comunitat aunque seguro que los centros lo van a intentar solucionar», aseguró Vilches que recordó que estaban en contra del por qué se debería ir hacia estas acreditaciones.

«Nos parece un error grave, una discriminación injustificada porque todas las opciones de formación están reguladas por el Ministerio de Educación. Además los padres de estos estudiantes de la privada siguen pagando impuestos que sustentan el sistema público. Debemos buscar la calidad y eficiencia y creo que se está perdiendo el norte», añadió.