La comisión de investigación del accidente del metro en las Corts reservaba una sorpresa mayúscula en el último día de comparecencias. La doctora del SAMU Carolina Ligorit, a quien se interrogaba por primera vez en diez años sobre su participación en el operativo sanitario del 3 de julio de 2006, desveló un detalle que ella creía que aparecería en «todos los informes» sobre el siniestro. Ligorit contó que vió dos cadáveres en la cabina del tren -y que se supone que eran del maquinista y la interventora fallecidos en el siniestro- y cómo dos bomberos intentaban romper el cristal para extraer los cuerpos.

Su explicación, sin ella saberlo, hacía saltar por los aires la versión oficial vertida en todos los informes: que los cuerpos de ambos trabajadores de Metrovalencia se encontraron junto al resto de víctimas en la playa de vías». La Asociación de víctimas del metro 3 de julio (Avm3j) pidió su citación como testigo. Petición que rechazó la jueza del metro para adoptar una sorprendente decisión: que se la investigue por un «delito contra las instituciones del Estado, por acusar a la policía de falsear informes». La doctora ni siquiera citó a la policía ni a los bomberos. Simplemente contó lo que vió. Su verdad.

¿Cómo surge la petición de su comparecencia en las Corts?

Contacto conmigo un técnico en emergencias sanitarias que había asistido hacía un año a uno de mis cursos en emergencias donde siempre dedico un tema a la actuación en AMV (Accidente de Múltiples Victimas) y relato mi experiencia en aquella ocasión y todo lo que aprendí de ella. Llevo 10 años contando exactamente lo mismo, la diferencia es que esta vez lo hacía en las Corts.

¿Cómo se explica que nadie recabara su opinión, o del resto de facultativos, todo este tiempo?

En 10 años esta era la primera vez que alguien me preguntaba, de manera oficial, por lo que pude ver y vivir aquel día. Al resto de mis compañeros ni siquiera les han preguntado.

Sobre todo teniendo en cuenta que usted hizo un informe sobre su actuación el 3 de julio, en el que identificaba los problemas que tuvieron que afrontar y que resulta imprescindible conocer y detectar para evitarlos en futuras intervenciones.

A los pocos días del accidente nos reunimos todos los equipos del SAMU con nuestro director por aquel entonces y otros compañeros y pusimos en común el trabajo que habíamos realizado contando las experiencias y buscando de una forma crítica y constructiva los puntos que debíamos mejorar. Yo tardé un mes en elaborar y aportar un escrito personal basado en mi propia experiencia y destacando las propuestas de mejora.

¿Qué sucedió con ese informe?

Se lo entregué a mi antiguo director como habíamos quedado y a la vez lo transformé en una presentación que es la que llevo utilizando en todos los cursos que imparto sobre AMV.

Al trascender su testimonio en las Corts mucha gente se preguntaba por qué no había contado su versión en diez años. ¿Por qué?

Porque nadie me la había preguntado. Porque yo confiaba que mi versión era exactamente la misma que constaría en cada uno de los informes. Porque yo no sabía que podía haber más de una versión de una realidad tan clara como la que yo vi en la cabina ese día.

¿Usted conocía o sabía que todos los informes sobre el siniestro ubicaban a todas las víctimas en la playa de vías detrás de los trenes?

Yo desconocía el contenido de los informes y nunca he dudado de ellos. El trabajo que realizó ese día cualquier interviniente se merece toda mi veracidad, admiración y respeto.

¿Qué piensa de la reacción de la jueza que investiga el accidente del metro de investigarla?

Sólo pido el mismo respeto hacía mi trabajo que muestro yo hacia el de los demás.

Su testimonio fue uno de los más duros de los que se han podido escuchar en la comisión de investigación de las Corts. ¿Qué sintió tras su intervención?

Sorpresa. No podía creer que fuera el primer testimonio que situara al maquinista y la interventora en la cabina. Tenía esa imagen tan clara en mis recuerdos que no daba crédito que los cadáveres no se hubieran hallado allí ni hubiera referencia a ellos. Pero sigo tan segura de lo que vi y viví como aquel día y lo defenderé donde sea. Sé que hay más testigos que vieron lo mismo que yo y estoy convencida que se acabará demostrando la verdad.

¿Qué le dijeron las víctimas del metro, presentes en la sala, tras su testimonio?

De las víctimas del metro sólo he recibido apoyo y agradecimiento. Creo que su lucha merece una recompensa. Ojalá aquel fatídico 3 de julio de hace 10 años hubiéramos podido sacar con vida a muchas más víctimas.