Expertos de las Unitats per a l'Educació Multilingüe (UEM) de la Universitat de València (UV) y de la de Alicante (UA), en cuyos informes técnicos se ha basado la Conselleria de Educación para diseñar el nuevo decreto de plurilingüismo, coinciden en que es incuestionable que los niños que hablan castellano y valenciano tienen más fácil aprender un tercer idioma.

La explicación pedagógica la ofrece el director de la UEM de la Universitat de València, el profesor Miquel Nicolás. «Cuando ya dominamos una lengua, la segunda que aprendemos se va afianzando a partir de las estructuras de la primera, ya asentadas en nuestra competencia como hablantes. Y cuando tenemos dos, una tercera se aprende más facilmente porque existen esos dos repertorios para integrar la información. Es lo que se conoce como 'transferencia interlingüística'», explica este profesor titular del Departament de Filologia Catalana del la UV.

El principio de «transferencia interlingüística», prosigue, «está avalado por investigaciones empíricas que se han hecho en diversos contextos multilingües alrededor del mundo que demuestran como los niños bilingües progresan más rápidamente y con mejores resultados que los monolingües, cuando se trata de aprender una tercera lengua», concluye.

Mejores resultados académicos

El experto cita entre dichas investigaciones las realizadas en el contexto de la Comunitat por las profesoras Pilar Safont, Laura Portolés y Oti Martí, de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI). «En los casos que ellas han estudiado, los niños valencianohablantes, que obviamente son también castellanohablantes, obtenían mejores resultados que los monolingües en castellano en pruebas de lengua inglesa o de asignaturas impartidas en inglés», recalca Nicolás.

El exdirector de la UEM de la Universitat d'Alacant y actualmente miembro de su junta directiva, Vicent Brotons, incide en que «saber idiomas no es una cuestión de inteligencia, sino de convivencia con las lenguas». Para este profesor titular del Departament de Filologia Catalana de la UA, «cuando más pronto un niño sea bilingüe mejor, pues su cerebro se acostumbra a trabajar con códigos lingüísticos distintos» y eso facilita el aprendizaje de idiomas. «Un valencianohablante que también hable castellano adquiere un sistema fonético más amplio que le ayuda a hablar otros idiomas», asegura.

Ante el temor de los padres a que si sus hijos estudian en valenciano tendrán un peor dominio del castellano, Brotons afirma que es «todo lo contrario». «El castellano está tan omnipresente en nuestra sociedad que el niño nunca va a perderlo, sino que lo mejorará al aprender a trabajar con códigos distintos».

«Menos de lo que esperábamos»

En cuanto al borrador del decreto de Educación, Brotons opina que «técnicamente es impecable por la modernidad de los planteamientos y las nuevas tendencias de educación plurilingüe que introduce», como el Tratamiento Integrado de Lenguas y Contenidos (TILC). Sin embargo, admite que «es menos de lo que esperábamos, pues tiene algunas insuficiencias ».

La primera carencia que cita este experto en didáctica de las lenguas es que no acaba con la exención del valenciano en las zonas castellanohablantes del sur de Alicante y del interior de Valencia y Castelló que mantiene desde hace más de 30 años la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV). «No se puede mantener al margen de una lengua oficial a parte importante de la población», recalca.

También critica el nivel inferior de los tres que fija el Programa Plurilingüe Dinámico (PPD) que sustituirá a la doble línea en castellano y valenciano. El PPD descansa sobre tres niveles (Básico, Intermedio y Avanzado), según la mayor presencia del valenciano y el inglés. Para Brotons el Básico - la actual línea en castellano-, «es una propuesta monolingüe condenada al fracaso si se quiere que los niños dominen tres lenguas». «Aunque sea socialmente aceptable, el Básico es una 'aposta al no-res' en términos de plurilingüismo», añade. «Lo razonable seria que el Básico fuera un nivel de transición, que en una década desapareciera y todas las líneas en castellano migraran al menos al Intermedio, pues si no en lugar de líneas diferenciadas tendremos escuelas que no asumirán un plurilingüismo pleno», advierte.