A dedo. Así funcionaban, según denuncia una aspirante, las becas de comunicación que cada año ofrecía -y sigue ofreciendo- la Generalitat. Según se recoge en el recurso presentado ante la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Valencia al que ha tenido acceso Levante-EMV, durante el proceso de adjudicación de las plazas del curso 2013-2014, etapa en la que Alberto Fabra estaba al frente del Consell, hubo ciertas «irregularidades» que dejaron fuera a la demandante para, supuestamente, favorecer a otros aspirantes que llegaban recomendados por miembros del Partido Popular.

Según Empar Oltra, una de las afectadas y quien ha interpuesto el recurso, el «enchufismo» se perpetraba durante la entrevista personal, donde los evaluadores se «refugiaban en la discrecionalidad para puntuar más alto a los que iban recomendados». «Hay algunas entrevistas que no tienen acta. Las preguntas no eran las mismas para todos ni están recogidas en ningún lado. A cada uno le preguntaban una cosa diferente y en privado. No se hacían públicas ni las convocatorias ni los resultados», resalta Oltra.

Esta parte se valoraba hasta en un 6,15 del total, lo que en definitiva, inclinaba la balanza final entre conseguir o no conseguir la beca. Se dieron casos de aspirantes que estaban en los primeros puestos por méritos académicos y currículos excelentes que, tras la entrevista, cayeron hasta más de 30 puestos, según los datos a los que ha tenido acceso este diario.

Y es que las 29 plazas se otorgaban en función de los méritos académicos y un cuestionario oral sobre actualidad política e institucional que realizaban los técnicos de la Generalitat adscritos a Presidencia. Según se recoge en el documento presentado en el tribunal, hubo aspirantes que pasaron de ocupar posiciones tales como 75, 103, 105,106, 117, 122, al puesto 15, 21, 18, 19, 22 y 24, entrando por delante de otros solicitantes que incluso ya habían estado disfrutando ese mismo año de la beca, como Oltra, y que «por tanto, estaba completamente al día de la actualidad política e institucional».

En su caso, los méritos académicos la situaban en el número nueve de la lista provisional. Tras pasar por la entrevista, que realizó «sin ser avisada con antelación», perdió 15 puestos y quedó fuera del programa. «Tenías la sensación de que hicieras lo que hicieras y aunque tuvieras los méritos, las becas ya estaban dadas», lamenta la joven.

«Sabían que estaban cometiendo una injusticia. Es un delito de prevaricación», asegura la afectada. «De este procedimiento solo espero que se haga justicia, que se rectifique y haya una reparación de los derechos», añade Oltra, quien afirma que entró en la vida política -hoy es concejala- precisamente «para evitar que desde las administraciones públicas se juegue así con la vida de las personas». Oltra está convencida, además, de que a ella y otra compañera no le renovaron en el puesto «porque no somos del PP y lo sabían».