La lotería es «un recurso ordinario del presupuesto de ingresos y un monopolio del Estado, el cual garantiza el pago de los premios», según establece la normativa que regula este juego institucionalizado. Las administraciones de lotería, controladas por la Sociedad estatal de loterías y apuestas del Estado (Selae), no pueden vender participaciones (sólo décimos completos). Sí pueden hacerlo «bajo su exclusiva responsabilidad, los jugadores entre sí y los particulares, o empresas y entidades que ejerzan actividades sometidas a pago de la tributación correspondiente o que estén legalmente constituidas». La Agencia Tributaria obliga a no cargar un beneficio superior al 20% a las participaciones. l. b. b. valencia