El pleno del Consell aprobó ayer un decreto que endurece el uso de la caja fija de la Generalitat y reduce el límite de fondos disponibles del 12% al 7% de los gastos de funcionamiento, con el objetivo de poner orden tras el abuso realizado por el anterior gobierno autonómico, que usó la caja fija como si fuera una tarjeta black.

Así lo manifestó ayerla vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo valenciano, donde explicó que a partir de ahora la cuantía global del fondo de la caja fija no podrá exceder el 7 % del total de créditos iniciales del capítulo II (compra de bienes corrientes y gastos de funcionamiento), un límite que antes se situaba en el 12 % y que abarcaba además tanto el citado capítulo II como el VI (inversiones reales). Con el nuevo decreto tampoco se podrán realizar, con cargo a los fondos de la caja fija, pagos individualizados por importes superiores a 5.000 euros, cuando en la anterior norma el tope era de 12.000.