Una de cal y otra de arena. Así se puede resumir la valoración de la política lingüística del Consell que realizó ayer el presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramon Ferrer. Fue en la sesión inaugural de la XXII Jornada de Sociolingüística d'Alcoi, en un acto al lado del conseller de Educación, Vicent Marzà, y otros representantes institucionales.

«En el último año y medio se han dado pasos importantes para conseguir que nuestra lengua recupere el terreno perdido y esté en el lugar que le corresponde. Creo que ese es el camino», afirmó el máximo representante de la autoridad normativa en su discurso.

Y añadió que después de «muchos años de precariedad lingüística» -habló también de desinterés, marginación y olvido-, hoy «podemos percibir la voluntad política del gobierno actual de priorizar nuestra lengua».

Hasta aquí los elogios, en resumen, de Ramon Ferrer a la nueva política lingüística, porque también dejó algunas notas críticas en su discurso.

Consideró necesarias así las medidas que puedan favorecer la expansión del valenciano en la educación y en su uso social, pero «también considero que las medidas han de ser razonables y razonadas».

Puso como ejemplo a la AVL en la búsqueda, desde sus inicios, de un «equilibrio necesario», el que «una sociedad com la nuestra requiere para no dar un paso adelante y dos atrás».

Las palabras del presidente de la Acadèmia tienen especial trascendencia en un momento en que las políticas lingüísticas del Consell están cuestionadas desde diversos foros políticos y sociales, tanto por el plan del plurilingüismo en las escuelas como por las iniciativas para impulsar el uso del valenciano en la Administración (el requisito lingüístico y el decreto de usos).

Las consideraciones del presidente de la AVL pueden tener también una lectura interna. La institución entiende que las apreciaciones que realizó para los criterios lingüísticos de la Administración no han sido suficientemente recogidas por la dirección general de Política Lingüística, adscrita al departamento de Marzà.

Ramon Ferrer reivindicó así ayer en Alcoi la Acadèmia como «la institución de todos los valencianos». En la misma línea, subrayó que la lengua es de todos, «no es patrimonio exclusivo de nadie y nadie tiene derecho a infundir una ideología determinada a este patrimonio».

El encuentro anual de Alcoi es una cita ya histórica en el mundo de la filología en la Comunitat Valenciana. Está dedicada este año a los retos de la normalización del idioma. Este era el tema de la conferencia inaugural de Marzà, que repasó los últimos datos sobre uso del valenciano y puso en valor el decreto del plurilingüismo y los planes de su departamento para el «acompañamiento» lingüístico a los empelados públicos. Marzà destacó también la recuperación de una televisión autonómica y anunció un convenio de colaboración.

La jornada concluye hoy con un encuentro entre los titulares de Política Lingüística de la C. Valenciana, Cataluña y Baleares con el fin de abordar la homologación de títulos. Es la primera ocasión que se produce un acto de esta naturaleza.