A Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles les unió Alfonso Rus y en cierto modo, el otrora todopoderoso barón provincial les separó. La carrera política de ambos no se entiende sin la figura de un hombre, que llegó a ser Dios en la provincia de València, y que un 2 de mayo de 2015 bajó a los infiernos tras difundirse la grabación en la que supuestamente contaba dinero: «... dos milions de peles».

Fue el principio del fin no sólo para el exalcalde de Xàtiva sino también para todo su núcleo duro, una caída que supuso un auténtico tsunami en una provincia que, salvo excepciones, le rendía pleitesía. Casi todos los dirigentes comarcales le debían algo. El entorno cayó, pero muchos de los que promocionaron al calor del jefe siguieron, entre ellos Vicente Betoret, al que le tocó la difícil papeleta de romper con quien era el padrino de su hija para ocupar su sitio. También Contelles, alcaldesa de la Pobla de Vallbona, tuvo que matar al padre y seguir con su vida.

Sin embargo, la ruptura fue distinta. Betoret fue tajante, no volvió a llamarle, mientras que Contelles, convertida en portavoz del grupo, siguió conviviendo con esa parte del rusismo que se desmoronaba. En el plano personal, se mostró más cercana, más comprensiva con la desgracia. Cierto es que ella, a diferencia de Betoret, no estaba en el foco.

La distancia entre ellos parecía inevitable. Ella estrechó lazos con Bonig, mientras que a él le persiguió la sombra de la sospecha de Taula. En el momento más crítico, cuando parecía que acabaría imputado, la reclamó a su lado, pero Contelles no tenía motivos para moverse las lineas rojas de Bonig. En la diputación muchos pensaron que Betoret no resistiría y empezaron los movimientos. El grupo, en su mayoría, está con ella. Los rusistas, desde luego, con más ahínco. Las malas lenguas dicen que Alfonso Rus, desde su destierro en Xàtiva, sigue moviendo los hilos, pero lo cierto es que Contelles no necesita este padrino. Tiene a Bonig, quien desde hace tiempo la protege y le guarda una silla a su lado. Para que no haya dudas.