? Le dijeron por activa y por pasiva que la carrera de Periodismo la condenaría al paro. Pero Ana Ballesteros decidió hacer oídos sordos y estudiar la carrera que le gustaba. Ahora, a sus 21 años y a punto de obtener su licenciatura no se arrepiente, pero siente vértigo ante un futuro que la condena al paro, a no ser que siga vinculada, de algún modo, a la universidad. Ella también forma parte de ese 39 % de alumnos valencianos que aspira a trabajar para la empresa privada, y si es en la radio, mucho mejor. «En cuanto finalizas tu relación con la universidad los contratos laborales se acaban porque ya no hay convenios. El próximo año me iré al extranjero a perfeccionar mi inglés. Encontrar trabajo de lo tuyo es difícil, pero no me rindo», afirma.