La introducción de la segunda edición de los Criteris lingüístics de l'Administració de la Generalitat introduce una serie de cambios con respecto a la primera versión que pueden leerse en forma de respuesta al sector de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) que critica estos criterios.

«La homogeneidad de estilo en la redacción de los textos administrativos es fundamental si queremos dar estabilidad y proyección a nuestra lengua», afirma el documento, emanado de la dirección general de Política Lingüística, anclada en la Conselleria de Educación.

El departamento de Vicent Marzà remitió ayer a esta introducción como su posición ante las críticas vertidas por el académico y profesor de la Universitat de València Abelard Saragossà en tres artículos publicados en Levante-EMV. En ellos cuestiona los Criteris por volver a «un valenciano poco reconocible», de los años ochenta, y potenciar un modelo lingüístico próximo a un valencianismo de los «Països Catalans». Se refiere, bajando a lo concreto, a la preferencia en el lenguaje administrativo por formas como «aquest» y «homes» frente a «este» y «hòmens». Es el largo debate entre un modelo de lengua más uniforme con el de otros territorios del ámbito lingüístico o uno que se decante por las expresiones «genuinas».

La introducción dels Criteris apunta al respecto en un añadido que no figuraba antes que, «aunque nuestra normativa pueda tener en algun caso más de una opción, en atención a la homogeneidad formal proponemos una serie de soluciones lingüísticas como preferentes y recomendables en los textos de la Administración de la Generalitat» y sus entes.