Ximo Puig se guarda una travesura en su ejecutiva, que será proclamada esta mañana. Tiene reservada el área de Medio Ambiente a María Diago, la exdirectora general de Cambio Climático del Consell, que fue destituida en enero de 2016 por «incompatibilidad» con el secretario autonómico del ramo, Julià Álvaro.

Diago ha sido muy crítica con el principal proyecto de Álvaro, el polémico sistema de depósito de residuos (SDDR). La ex alto cargo procede de Podemos (formó parte del Consejo Ciudadano), si bien para ser miembro de la ejecutiva del PSPV tiene que haberse afiliado.

La ejecutiva finalmente será más grande de lo que preveía Puig: no será de 40, sino que estará sobre el medio centenar. Cuestión de dar cabida a la mayor parte de territorios y sensibilidades. Los miembros que no asistan a las convocatorias de los órganos podrán ser apartados.

El secretario general prevé una estructura en tres niveles: el secretariado, que se reunirá al menos cada quince días, y que Levante-EMV ya ha publicado en los últimos días; la permanente, donde todos sus miembros tendrán un área adscrita, y un consejo territorial, donde serán componentes natos -sin un área a su cargo- los miembros del Consell (Vicent Soler, María José Salvador y Carmen Montón) y los representantes en las grandes ciudades (Sandra Gómez, Gabriel Echávarri y Amparo Marco). Esta es una novedad importante con la dirección actual.

Al cierre de edición, la incógnita era la incorporación en la ejecutiva de algún representante de la candidatura de Rafa García.

Sí que estará Bartolomé Nofuentes ( sanchista que ha apoyado a Puig) en el plenario, así como los alicantinos Sandra Martín (Infraestructuras) y Julián López.