En el primer pleno parlamentario del nuevo curso escolar se llegaron a hablar hasta cinco lenguas diferentes: castellano, valenciano, inglés, francés y hasta algún saludo en chino. El poliglotismo, sin embargo, no se tradujo en un mayor entendimiento entre los parlamentarios y la cámara valenciana se convirtió en una particular Torre de Babel en la que cuestiones como la lengua o el proceso catalán se transformaron en arma arrojadiza y motivo constante de interrupciones en el turno de palabra de los oradores.

El motivo del pleno era la convalidación del decreto ley impulsado por el conseller de Educación, Vicent Marzà, para garantizar la «normalidad» del inicio del curso tras la suspensión cautelar de la ley de plurilingüismo por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, decreto que quedó aprobado con los votos del tripartito. La aprobación de la norma evitará que 40.000 niños de 3 años tengan que volver a matricularse y permitirá iniciar el curso con un programa educativo en valenciano, castellano e inglés.

Sin embargo, la sesión arrancó ya accidentada, ya que PP y Ciudadanos pidieron a la Mesa revisar si la celebración del pleno era legal al considerar que no debía celebrarse antes del debate de política general de la semana que viene, unas sesiones que se prevén movidas a tenor de lo vivido ayer en la cámara valenciana.

Plurilingüismo y Cataluña coparon las intervenciones (principalmente, los turnos infinitos de alusiones) de PP y Ciudadanos. La «catalanidad» se extendió de tal modo que, de hecho, el partido naranja actuó prácticamente igual que su «hermano» del norte y abandonó el hemiciclo justo antes de la votación del decreto ley, tal como hicieron los parlamentarios catalanes cuando se validó la ley que ampara el referéndum. No hubo banderas en esta ocasión. Ciudadanos justificó su salida del pleno al considerar que «votar el decreto de plurilingüismo quebranta el reglamento de las Corts», explicaron desde el partido naranja.

Que el tema catalán estuvo bien presente lo prueba también la declaración institucional que quiso pasar Ciudadanos y a la que finalmente solo se adhirieron los diputados del PP. Un escrito «en favor de la constitucionalidad», como explicó ayer Levante-EMV, y que el tripartito la criticó al considerar que faltaban palabras como «diálogo» y que eldocumento representaba un «politiqueo miserable».

Los que sí se quedaron en sus escaños fueron los diputados del PP, quienes votaron en contra de un «decreto mordaza que aplica el rodillo». Palabras de la portavoz popular Beatriz Gascó que reiteró también la de Cs, Mercedes Ventura. «¿Con esta cutrez quiere darle estabilidad al inicio del curso?», añadió Gascó.

Críticas de Podemos

Fue a ella a quien se dirigió el portavoz adjunto de Podemos, César Jiménez, durante su intervención. Le llegó a prestar un poemario de Manuel Garcia para que «demuestre otro talante cuando hable de la lengua», aunque también tuvo críticas para el Consell.

«Cogió el camino equivocado», recriminó a Marzà el diputado castellonense. «Hemos perdido la oportunidad de empezar el curso con una ley de plurilingüismo sólida», añadió. Se estrenó como síndic del grupo Antonio Estañ durante uno de los turnos por alusiones. El parlamentario de la Vega Baja recordó precisamente eso, su procedencia del sur de Alicante, para criticar el anterior modelo educativo lingüístico basado en la exención para las comarcas monolingües. Gascó replicó que Podemos vive «arrodillado a Compromís» y aprovechó para lanzar una puya en clave interna: «dijeron que serían más críticos que Montiel, pero están plegados al Consell».

En su exposición de la ley, Marzà, quien habló también en francés e inglés, señaló que los alumnos «tendrán garantizada una escolaridad como toca», que no es obligatoria y que respeta las decisiones judiciales. Unas decisiones que el Consell «no comparte pero respeta». Una cerrada defensa hizo también el síndic del PSPV, Manolo Mata. «Eres el conseller satanizado por la derecha porque tienen miedo al poder de la educación, que es el que crea ciudadanos libres, rebeldes, que cuestionan el sistema que conocen», le dijo a Marzà. El diputado de Compromís Josep Nadal puso el acento en la insistencia de las referencias a Cataluña de la oposición. «Lo raro es que no hayan sacado aún a Venezuela», ironizó.