Durante buena parte del siglo XX los ferrocarriles fueron los dueños de la Vía de Ojos Negros y la Vía Xurra, para que después fueran los cicloturistas los que se adueñaran de estos senderos. Pero lo que no consiguió el tren sí que lo hará en un futuro próximo la bicicleta: los dos caminos se unirán para crear una macrovía verde que solo en suelo valenciano contará con más de 100 kilómetros que enlazarán València con Barracas. Así lo confirmó ayer la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio tras anunciar que ha sacado a licitación el proyecto de conexión de ambas vías, un plan que llevaba tiempo en la mente de la Administración autonómica pero que nunca parecía que iba a concretarse. Hasta ahora.

Actualmente, la Vía Verde de Ojos Negros transcurre por 159,7 kilómetros que van desde la localidad turolense de Ojos Negros hasta Algímia d'Alfara, en el Camp de Morvedre -en suelo valenciano, el periplo abarca 67,7 kilómetros que comienzan en el municipio castellonense de Barracas-. Mientras, la Vía Xurra discurre por unos 15 kilómetros que van desde València hasta Puçol. Entre un trazado y otro apenas quedan alrededor de 16 kilómetros, que el Consell quiere enlazar con dos senderos nuevos que darán continuidad a ambas vías y que confluirán en Sagunt. Es decir, se construirán 8 kilómetros nuevos de Puçol a Sagunt y otros ocho de Albalat dels Tarongers -limítrofe con Algímia d'Alfara- hasta la misma capital del Camp de Morvedre.

Cuando finalicen las obras, quedará un itinerario ciclopeatonal entre València y Barracas que superará ligeramente los 100 kilómetros de longitud. Si el aficionado a la bicicleta todavía quiere seguir con su aventura, tendrá la opción de proseguir otros 90 kilómetros hasta llegar a las minas de Ojos Negros, en lo que será la vía verde más larga de toda España.

El director general de Obras Públicas, Carlos Domingo, subrayó que esta actuación supone una «apuesta firme por la movilidad sostenible y la seguridad vial», y añadió que el objetivo de su Administración es «ofrecer toda una red por la que la gente pueda circular segura en una nueva modalidad para conectar personas no solo por medio de transporte motorizado».

Antiguas vías férreas

La Vía Xurra tiene su origen en un tercer hilo ferroviario que durante el siglo XX cruzaba l'Horta Nord para luego dirigirse hacia Aragón. Este quedó desmantelado en 1985 para que, una década después, se recuperara para su uso ciclopeatonal. En su trazado rectilíneo, cicloturistas y peatones pueden acceder a municipios como Alboraia, Almàssera, Meliana, Rafelbunyol o Puçol, o a monumentos como el Monasterio del Puig de Santa Maria, entre otros, mientras pedalean o pasean rodeados de huertos, naranjos y acequias sin que les moleste vehículo motorizado alguno.

Mientras tanto, la Vía de Ojos Negros nació en 1907 para trasladar principalmente el hierro de un yacimiento ubicado en este municipio aragonés hasta el Port de Sagunt. En 1972 dejó de emplearse para, posteriormente, convertirse en una vía ciclopeatonal que actualmente es la más larga de estas características de toda España con sus 159,7 kilómetros. Los cicloturistas, si parten desde el interior hacia la costa, pueden aprovechar un camino que se encuentra casi siempre en bajada en el que encontrarán desde trincheras, búnkeres o refugios de la Guerra Civil hasta puentes y túneles ferroviarios al más puro estilo «tren minero». Ya en suelo valenciano, cruzarán municipios del interior castellonense de amplio valor patrimonial y medioambiental como Caudiel, Jérica, Navajas, Altura, Segorbe o Soneja, hasta alcanzar Algímia d'Alfara, en la provincia de València.

Ahora, ambas vías, la Xurra y la de Ojos Negros, ya se han citado para darse la mano en Sagunt.