Una historia de más de doscientos años, 40.000 músicos asociados (la mitad de todos los que hay en España) y un ánimo educativo y de promoción de la cultura que, además, promueve tanto la cohesión social como la de todo el territorio valenciano.

Estos son solo algunos de los argumentos esgrimidos por la Conselleria de Cultura para defender que las sociedades musicales de la C. Valenciana sean declaradas como bien de interés cultural inmaterial.

La tradición musical popular valenciana que descansa en estas sociedades ya fue reconocida en 2011 como bien de relevancia local pero ahora, y a propuesta de la Federación de Sociedades Musicales de la C. Valenciana.

En la resolución oficial de Cultura -publicada ayer en el Diario oficial y con la que se abre el expediente- se enumeran los motivos por los que este tejido asociativo merece este reconocimiento.

Este «extraordinario fenómeno asociativo (...) único en el mundo» según reza el expediente, llega al 98.5 % de los municipios valencianos (534 de 542 tienen sociedad musical) y supone tanto un elemento de cohesión social como un verdadero impulsor de la cultura en todos los sentidos.

«La promoción de la cultura musical valenciana es la principal razón de ser de cada sociedad musical», reza el expediente. Acercaron en su momento la música y su estudio a las capas de la sociedad más desfavorecidas y ahora cuentan con cerca de 60.000 educandos en sus escuelas de música en las que, además, y según destaca Cultura, se potencian diversas actividades como «big bands, corales, grupos de cámara» o «grupos de teatro o danza».

Desde una perspectiva social, Cultura destaca que estas asociaciones sin ánimo de lucro crearon «espacios de participación social» para intercambiar «ideas y opiniones, incluyendo personas de toda clase social, cultural y religiosa», funcionando como centros «inclusivos». Por último, el expediente destaca la indisoluble vinculación de las sociedades musicales con las fiestas tradicionales.