El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, ha asegurado, sobre la reversión a la sanidad pública del Hospital de Dénia, que en las decisiones sobre la gestión de la sanidad pública deben prevalecer criterios objetivos de calidad, y ha animado a no «estigmatizar» el modelo de gestión que incluye participación privada, que en sanidad se conoce en España como el modelo Alzira porque el hospital público de la Ribera fue el primero en España gestionado por una empresa privada. Así, ha aseverado que «debe ser desde la perspectiva de los resultados y no desde una determinada ideología desde donde se debe valorar su eficacia, eficiencia y oportunidad».

Al respecto, el dirigente de la CEV ha declarado que «en la toma de decisión que afecta a la gestión de la sanidad pública deben prevalecer criterios objetivos de calidad, eficiencia y satisfacción de los usuarios».

Además, ha insistido en la defensa de la gestión de recursos públicos a través de mecanismos de colaboración público privada: «Un modelo económico y social sostenible exige el concurso y la participación de la iniciativa privada, más aún en un escenario de restricción presupuestario como en el que nos encontramos y que previsiblemente se alargará en el tiempo», ha asegurado.

Transparencia y criterios objetivos

En su opinión, «debe superarse la estigmatización sobre esta fórmula de gestión que afecta, también, a las empresas concesionarias que gestionan o aspiran a gestionar privadamente servicios públicos». «Al ciudadano lo que le interesa y preocupa es recibir servicios de calidad y no la naturaleza del responsable de su ejecución», ha reflexionado. El presidente de la CEV ha apostado por arbitrar mecanismos que garanticen «la transparencia, el control y el seguimiento de las concesiones públicas a empresas privadas, y que sea el responsable de valorar, con criterios objetivos, la idoneidad de la gestión de los servicios públicos ya sea de forma privada o pública».

A su parecer, el Observatorio de la Colaboración Público Privada, con representantes del sector público y privado, que reclama la CEV permitiría realizar el seguimiento de las buenas prácticas de esta fórmula de gestión. «Debe ser desde la perspectiva de los resultados y no desde una determinada ideología desde donde debemos valorar su eficacia, su eficiencia y su oportunidad», ha concluido.