La huelga indefinida del profesorado asociado se extendió ayer a la Universitat Politècnica de València (UPV), secundando así el paro de casi tres meses de los asociados de la Universitat de València (UV).

Este colectivo, que reivindica mejores condiciones salariales y laborales, suma a más de 650 profesores en la UPV. Ni esta universidad ni tampoco la plataforma convocante de la huelga dieron cifras sobre el seguimiento de la misma.

La UPV, según explicó su vicerrector de Ordenación Académica, José Manuel Barat, ha hecho una propuesta a la plataforma en la que, en la negociación del convenio colectivo laboral de las universidades valencianas con la Conselleria de Educación, se compromete a apoyar la equiparación de los salarios de su profesorado asociado con el de la Universidad de Alicante, que es la que mejor paga.

Pero esto se tendrá que hacer con la autorización y financiación de la conselleria. Los asociados de la UPV, que ayer se reunieron en una concurrida asamblea, consideran que esta propuesta «es muy de mínimos» y urgen al rectorado a «acortar los plazos» de la negociación para evitar una huelga larga. La UPV propondrá unos servicios mínimos en la línea de la UV, donde los asociados en huelga se han comprometido a evaluar a sus alumnos.