El nuevo alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, ha advertido al líder nacional del partido y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que le va a "llamar mucho" para pedirle "ayuda" para la ciudad en el año que tiene por delante de mandato, y ha añadido que puede "llegar a ser muy pesado".

Así lo ha afirmado el desde hace diez días alcalde alicantino en la apertura del mitin del PP que protagoniza Rajoy en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA).

"Presidente, te voy a llamar mucho, es mi obligación. Y te llamaré y pediré ayuda para Alicante", ha recalcado Barcala antes de añadir, con ironía, "y no te voy a engañar... puedo llegar a ser muy, muy pesado".

El alcalde popular ha continuado que también telefoneará "a nuestros ministros", a los que demandará "una implicación absoluta con la ciudad" a lo largo del próximo año.

Ante más de un millar de afiliados y simpatizantes, entre los que estaba el coordinador general, Fernando Martínez Maíllo, la líder del PPCV, Isabel Bonig, el presidente provincial, José Císcar, el presidente de la Diputación, César Sánchez, y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, entre otros, Barcala ha manifestado su "confianza absoluta" en que Rajoy "hará lo posible por Alicante".

"Un año es poco tiempo pero suficiente para cambiar muchas cosas, para plantear proyectos y para atender aquellas cosas pequeñas, pero muy importantes, que los alicantinos llevan años esperando.

Además de la petición de ayuda a Rajoy, Barcala ha subrayado que tiene pensado "pedirle a Ximo Puig (president de la Generalitat) que espabile".

"Ya no tiene en el ayuntamiento de Alicante un gobierno sumiso, y voy a exigirle que termine túnel de la Serra Grossa e invierta en Alicante lo mismo que en València porque no queremos más, pero nos merecemos menos", ha recalcado.

Barcala ha explicado que su primer propósito tras la investidura ha sido recuperar la "normalidad" en el ayuntamiento tras tres años de un tripartito de izquierdas caracterizado por la "paralización y la pérdida de oportunidades", así como por las "disputas internas, rencillas personales y rocambolescos episodios de espionaje".