? Si la semana pasada ya era evidente el malestar interno de un amplio sector de Podemos por la decisión de Iglesias y la portavoz en el Congreso, Irene Montero, de someter a referéndum si existía coherencia entre su discurso político y la compra de un chalé en la sierra madrileña, ayer éste aún fue más evidente. La portavoz adjunta en las Corts y miembro del Consejo Ciudadano Autonómico, Fabiola Meco, aseguró que el proceso «ha tensado como nunca y de forma innecesaria» a la formación y puso el acento en que ha habido una abstención del 30% de inscritos activos. No fue la única crítica. Personas muy cercanas a Estañ como Fernando Navarro o Illán López, que formaron parte de su candidatura a secretario general, criticaban la «cadena de errores» e incluso a la persecución al discrepante y se congratulaban de que miembros de Podemos puedan hablar sin que el aparato los controle.