Luis Planas tomó ayer posesión de la cartera de Agricultura, Pesca y Alimentación del nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez. El valenciano de origen, aunque naturalizado andaluz, señaló que la PAC, la política pesquera y la agroalimentación son sus prioridades, tras expresar que dirigir el área agroalimentaria es su «pasión».

Precisamente por tratarse de un perfecto conocedor de los cultivos mediterráneos, la Generalitat considera que el nuevo ministro debe defender los intereses de este sector durante la negociación del próximo presupuesto de la Política Agraria Común (PAC) para el período 2021-2027. Además, debería poner en marcha la aplicación de la Ley de Desarrollo Rural, prioritaria para la Comunitat, aprobada hace una década por Rodríguez Zapatero y abandonada en un cajón por Rajoy.

En declaraciones a Levante-EMV, el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, reconoció que Planas es «un negociador de altura para que España tenga una posición común ante la nueva PAC».

La Administración autonómica, que espera reunirse en breve con él, propondrá la defensa de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas, más acuerdos con países terceros y más colaboración del Gobierno para la sanidad vegetal y el control de plagas fitosanitarias.

«Deberes» para el ministro

El sector agrario valenciano apuntó a que el ministro Planas deberá corregir la situación de incertidumbre que genera el «brexit», porque si Gran Bretaña pasa ser país tercero «cambiará la regulación sobre seguridad alimentaria y fitosanitaria».

Desde el sector citrícola y, más en concreto, el naranjero, preocupa la irrupción de potencias emergentes como Marruecos -donde fue embajador-, que tiene acuerdos comerciales preferentes con la UE y Egipto, cuya brutal depreciación de su moneda ha disparado sus ventas y que compiten con costes sociolaborales mucho más reducidos que los españoles.

La Unió de Llauradors, por su lado, felicitó al nuevo ministro, en quien confían para negociar la PAC y corregir aquello que ha fallado en su aplicación española. Además, la organización liderada por Ramón Mampel pidió que se considere la Xylella fastidiosa como un «problema de Estado». También se mostraron preocupados por los posibles recortes en el presupuesto de la PAC a consecuencia del «brexit».

El ministro aseguró en su discurso que su trabajo estaría guiado por «el diálogo y escucha» y eso mismo le pidió el cooperativismo valenciano. Solicitaron «un diálogo fluido» y «sensibilidad» hacia la fórmula cooperativa, tan «arraigada y necesaria» en el sector y en la Comunitat.

Como el resto de sectores, pusieron el acento en que esperan que la PAC post 2020, defienda los intereses de la agricultura mediterránea «frente a la tradicional inclinación hacia la agricultura continental».