«Soñamos con una universidad que se gane la confianza de la sociedad y los gobernantes, con una universidad pública y de calidad que sea motor del progreso sostenible. Para hacer frente a los retos del mañana, para dar respuesta a las nuevas necesidades, para competir con los mejores centros del mundo y para ganar el futuro, la Universitat Politècnica de València (UPV) necesita formar parte de las prioridades políticas reales del país, y de un pacto de Estado que de estabilidad a la financiación universitaria al margen de vaivenes políticos». Con este discurso abrió ayer el rector de la UPV, Francisco Mora, los 12 meses de celebración del 50 aniversario de la institución.

En el acto, además, se entregó la Medalla de la UPV a València, Alcoi y Gandia, las tres ciudades con campus politécnicos.

Justo Nieto, el gran ausente

También se homenajeó a los 10 rectores que ha tenido la UPV: Rafael Couchoud, Marcos Rico, José Juarez, Saturnino de la Plaza, Vicente Carot, Francisco Cavallé, Justo Nieto, Javier Sanz, Juan Juliá y Francisco Mora. Todos, salvo el ya fallecido Couchoud y Nieto, acudieron al acto. Este último, que ha sido rector 18 de estos 50 años, fue el gran ausente. Cuando se informó de que Nieto había excusado su asistencia, el público que llenaba el paraninfo rompió en un sentido aplauso.

El alcade de València, Joan Ribó, destacó que la UPV «es el orgullo de la ciudad y un factor clave para su transformación tecnológica». La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, subrayó que la capital de la Safor «no sería la ciudad moderna que es sin el campus de la UPV». El alcalde de Alcoi, Antoni Francés, añadió que «con la UPV la ciudad mejora en calidad de vida». El jefe del Consell , Ximo Puig, insistió en que «la mejor política valenciana es la enseñanza y, a renglón seguido, recalcó: «La UPV es clave para que la Comunitat entre en la nueva economía basada en el talento».