Los valencianos son generosos donando sangre pero no tanto como extremeños, castellanoleones, asturianos o gallegos. Los residentes de estas comunidades, y algunas otras como Galicia, País Vasco, Madrid, Navarra o Castilla-La Mancha, son los más solidarios a la hora de remangarse y donar algo de sangre.

Así queda reflejado en el Informe 2017 sobre la Donación de Sangre en España que ayer presentó la Federación Española de Donantes de Sangre (Fedsang) con motivo del Día Mundial del Donante que se celebra este jueves. Según este informe, mientras que el índice de donaciones nacional es de 36,27 de media, en la Comunitat Valenciana esta cifra se queda en un 34,86 por cada 1.0000 habitantes.

El índice nacional, sin embargo, es algo inferior que en 2016 (un 0,93 % más bajo) con 1.689.131 donaciones. Aún así, según los responsables de la federación, «lo importante» es que «en todos los territorios, teniendo en cuenta que el consumo no es uniforme, se ha conseguido cubrir las necesidades del día a día en toda España con una correcta optimización en las transfusiones».

Donde se ha notado una caída más acusada es en el número de nuevos donantes que entraron en el sistema durante el año pasado: 181.495 (497 cada día) frente a los 258.680 nuevos del año anterior, un 29 % por ciento menos. En total, entre nuevos y antiguos, en toda España hay 1.990.300 de donantes activos, cifra que se mantiene de un año a otro.

Aunque ha caído un 29 % aquellos que se acercan por primera vez a donar sangre, crece el número de los que lo hacen antes de cumplir los 35 años: el 34,2% del total de las nuevas incorporaciones. Actualmente del total de donantes activos, el 30 por ciento son menores de 30 años, el 40 por ciento de los donantes se encuentran entre los 31 y 45 años, y el otro 30 por ciento tiene de 46 a 65 años. Asimismo, por sexo, el 56 por ciento son hombres y 44 por ciento mujeres.

6.000 transfusiones al día

En España se realizan, cada día, en torno a 6.000 transfusiones de sangre, plasma o plaquetas de las que son receptoras, de media, unas 2.000 personas diariamente. De ellas, 80 morirían si no hubieran recibido sangre. Al área de oncología se destina el 34 % de la sangre donada; a intervenciones quirúrgicas diversas el 25 % ; crónicos, trasplantes y varios el 21 %.