El teniente general Fernando Santafé, número 3 de la Guardia Civil desde que en septiembre pasado fuera nombrado subdirector general del Mando de Información, Investigación y Ciberdelincuencia (MIIC) del cuerpo, consideró ayer que el máximo peligro terrorista al que se enfrentan España y el resto de los países objetivo del Estado Islámico (EI) reside en los combatientes terroristas extranjeros -Foreign Terrorist Fighters (FTF) en inglés-.

Las auténticas bombas de relojería en que se han convertido los occidentales radicalizados en Siria que de los campos de entrenamiento del EI pasaron a combatir en primera línea y que ahora con el fin de la guerra volverán «antes o después» a sus países, en Europa.

De hecho, Santafé, máximo responsable de las investigaciones antiterroristas de la Guardia Civil en España, aseguró ayer, durante la conferencia pronunciada en elClub de Encuentro Manuel Broseta, en València, bajo el título «La Guardia Civil, elemento clave en la España del siglo XXI», que para las unidades que dirige es una prioridad el control y detección de esa amenaza.

«Hasta ahora, todos los que hemos detenido han sido lo que se conoce como lobos solitarios. Y queremos creer que el hecho de que en España el número de ataques terroristas haya sido inferior a los registrados en otros países de nuestro entorno, tiene relación con esa labor de prevención», que, aclaró, tiene uno de sus pilares «en la constante monitorización de las redes sociales», el principal elemento en la radicalización individual de los terroristas que luego se integran en las redes del EI y organizan y cometen atentados en Europa o EE UU.

Un GAR para el Sahel

También habló con orgullo del proyecto GAR Sahel, que está permitiendo a la Guardia Civil adiestrar a las policías de los países de África Central en la lucha contra los grupos yihadistas que, como Boko Haram, pretenden unificar el Sahel, la franja de territorio del centro de África, y que Occidente pretende evitar a toda costa porque sería el mayor éxito de la Yihad y un peligro de consecuencias aún impensables para todo Occidente.

El proyecto consiste en formar unidades en los países que forman el Sahel que tengan por espejo el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil española, la unidad de élite del cuerpo en la represión del terrorismo y que se formó y creció durante los largos años de la lucha contra ETA.

Así mismo, el teniente general, que pronunció la conferencia anoche, en un salón atestado de público del Hotel SH Valencia Palace, anunció la próxima creación de una jefatura de Ciberdelincuencia, también bajo su responsabilidad, que integrará tanto la captación de información para controlar las amenazas terroristas como el cada vez más creciente mundo criminal que actúa a través de internet.

Incidió, además, en la importancia de las investigaciones patrimoniales contra cualquier grupo delictivo, porque es la esencia para desvelar las redes de financiación de terroristas y criminales organizados. «Es fundamental saber quién y para qué», matizó.

El guardia civil de La Manada

El teniente general hizo un repaso de lo que es hoy la Guardia Civil con constantes alusiones a su historia desde la fundación a cargo del Duque de Ahumada, hace 174 años. Y no olvidó mencionar los «garbanzos negros» que en todo este tiempo ha habido en el Cuerpo.

Así, no dudó en responder a tumba abierta cuando uno de los asistentes a la conferencia le preguntó por su opinión sobre que uno de los miembros de La Manada sea, y siga siendo, guardia civil.

«Es una vergüenza terrible», respondió, «que alguien que ha jurado dar su vida por los demás y proteger al más débil, esté ahí. Pero, es un funcionario militar y tiene unas seguridades juridicas». Eso sí, anunció su expulsión inmediata del Cuerpo en cuanto la sentencia se convierta en firme.

Santafé concluyó su intervención aludiendo a los retos de la Guardia Civil en este siglo XXI, que, a su juicio, son continuar con la modernización de la Benemérita, como le gusta denominarla, combatir el crimen organizado y el terrorismo, potenciar la cooperación internacional y hacerlo desde el refuerzo de los medios humanos y tecnológicos imprescindibles para luchar contra esos enemigos en igualdad de condiciones.