Los feligreses de las parroquias de las zonas costeras más turísticas de la Comunitat Valenciana están de enhorabuena. Como cada año, la Diócesis de València inicia una operación de refuerzo que llenará las iglesias valencianas de numerosos sacerdotes de diócesis españolas para ayudar en la labor pastoral durante los meses de verano.

Los sacerdotes de refuerzo se dividen en varios grupos que colaborarán en periodos de 15 días con las parroquias del litoral valenciano. Estos párrocos llegan directos desde diferentes partes del país, como Extremadura, Castilla y León o Madrid a la costa valenciana.

Las celebraciones litúrgicas y confesiones, así como la pastoral del turismo dirigida a ofrecer charlas de formación semanales a los veraneantes, son algunas de las actividades en la que estos sacerdotes participarán.

Localidades como el Verger, la Vall de la Gallinera y Xàbia en Alicante, o Perelló, Cullera, Gandia y Canet, en València, son algunas de las localizaciones a las que se dirige este programa. La «gran afluencia de turistas» durante julio y agosto en estas zonas de playa es el principal motivo que impulsa esta campaña, como afirma la Diócesis de València. Pero, aunque los territorios costeros son el destino más deseado en verano, el interior de la Comunitat también recibe refuerzo en plena época estival. Se trata de la Iglesia Arciprestal San Pedro y San Pablo, un templo católico del Arciprestazgo de Ademuz. Los refuerzos en esta parroquia se traducen en retiros espirituales y un cine fórum semanal en el que se proyectan películas con valores, como indica el párroco Rafael Sala.

A esta iniciativa también se han adherido curas de otros países, como es el caso de Antonio Rella. Este sacerdote venezolano, que estudió Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, ya colaboró durante el curso en Cullera y ahora sirve de refuerzo al vicario episcopal Luis Molina.

Diócesis como la de Mérida-Badajoz o Madrid destinan a València a algunos de sus sacerdotes que prestarán servicio a parroquias como la de Nuestra Señora de los Desamparados, en Moraira, o la Parroquia Santos Juanes, en Cullera.

San Nicolás de Bari en el Grau de Gandia contará con la ayuda de sacerdotes de Badajoz, Santander, Burgos y Valladolid. Incluso dos sacerdotes jubilados de la diócesis valenciana se trasladarán hasta Teulada, municipio situado en la comarca de la Marina Alta.

Desde Toledo se instalan en València dos presbíteros a los que siguen cuatro sacerdotes en Xàbia.

Esta operación de refuerzo es una muestra más de la voluntad que la diócesis valenciana tiene en el cuidado y dedicación a sus feligreses. Una acción que se une a una lista conformada por iniciativas que van desde encuestas a feligreses hasta seminarios para los fieles.