El presidente Ximo Puig no dudó en salir en defensa de la gestión en la coordinación de los efectivos que intervinieron en la extinción del incendio de Llutxent, a raíz de las críticas que seis sindicatos del consorcio de bomberos de València hicieron ayer de la organización «caótica» y «desastrosa» del incendio por no tener un cuerpo de bomberos único y tener que coordinarse con diez organismos diferentes.

Puig defendió la respuesta «extraordinariamente positiva» por parte de todos los cuerpos que intervinieron en un trabajo que calificó de «bien planificado» aun trabajando cada uno «según su perspectiva», como los bomberos forestales que actuaron «cada uno haciendo su trabajo y lo han hecho bien». Para Puig la mejor prueba de ello es que no haya que lamentar ninguna desgracia personal.

Puig no se refirió a la creación del cuerpo único de bomberos que los sindicatos reclaman como sí hizo ayer Podemos, que ya impulsó en las Corts una moción en este sentido tras mantener una reunión con los representantes.

A quien sí hizo referencia Puig fue a los bomberos forestales que mantienen los paros y la huelga para el 7 de septiembre. Aseguró que desde la Generalitat se mantiene una postura «favorable» a resolver el bloqueo del acuerdo laboral que está «en vía de solución», aunque reconoció que el origen se encuentra en el Gobierno porque pertenecen a la empresa pública Tragsa.