De «falta de humanidad» y «desvergüenza política». Así califica la Defensora del Paciente, Carmen Flores, el modus operandi con el que se efectuó el traslado de Teófilo Rodríguez el pasado martes. «Me parece tan indecente, tan inhumano... Este chico ha estado abandonado desde el minuto uno, porque no debían haber permitido que llegase al peso que ahora mismo registra. Le han dejado a su suerte y ahora no se quieren hacer cargo de las consecuencias», denuncia Flores.

Por ello, la Defensora del Paciente, remitió ayer un escrito al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, y a la consellera Ana Barceló en el que lamenta las condiciones del traslado del paciente con obesidad mórbida a su casa, «sin medios médicos ni técnicos, como si se tratase de un fardo y no de una persona».

Asimismo denuncia que el traslado se realizase sin el consentimiento expreso de la familia. «Tiene obesidad, no discapacidad mental: si Teo se negó a ser trasladado, el centro hospitalario no puede efectuarlo», afirma.

Asegura, además, que «este caso excepcional ha llegado porque le abandonaron... Clínicamente le han maltratado. Se trata de una persona a la que ningún tratamiento ni dieta le dio resultado, solo queda operarle».

Por ello, aunque reconoce «que la Sanidad no está preparada para atender a una persona de casi 400 kilos», asegura que «no se puede mirar a otro lado», y que es necesario plantear las medidas que sean oportunas para que «Teo pueda salvar su vida».

Carmen Flores solicita «más humanidad» y «respeto de los derechos», por lo que espera que «los tribunales tengan en cuenta la denuncia de su hermana y actúen con dureza» para que no pasen por alto que Teo, «un enfermo indefenso» ha sufrido una «omisión de auxilio».

En ese sentido, advierte que desde su perspectiva los responsables del alta médica deberían «entrar en la cárcel» puesto que «han atentado contra la vida y la salud de una persona».