Los populares valencianos se estrenaron en su papel de oposición al nuevo Gobierno del Botànic repartiendo estopa a todos los partidos de izquierda, pero con el foco puesto en los responsables de Compromís. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, fueron durante años los responsables, en boca del PP, de todos los males, mientras que al presidente Ximo Puig se le atacaba por ser considerado cómplice de los «radicales», pero al que se le tendía la mano para pactar. Con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno y con el PP nacional también en la oposición, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y los suyos se han visto más libres para subir el tono de sus críticas, pero ahora es Ximo Puig quien está en la diana.

Se acercan las elecciones y la foto actual de la política española es un PSOE que repunta y un Ciudadanos que ha perdido fuelle, pero que sigue rentabilizando mejor que el PP el problema catalán. En este contexto, Bonig reunió ayer al partido (cita con el consejo político, el grupo parlamentario y comida con presidentes provinciales) para fijar la estrategia de cara al último curso político. Y como quedó en evidencia en su comparecencia ante la prensa, el enemigo es Puig.

A él directamente responsabilizó de un gobierno «cansado, agotado, sin ideas y que sólo está pensando en cómo mantenerse en el sillón». Bonig hizo un repaso muy crítico de la legislatura, en especial en el ámbito educativo, pero dejó claro que el problema no es el del conseller: «No se trata de Marzà, el responsable es el presidente Puig», aseguró en alusión al cuestionado modelo del plurilingüismo, el valenciano, los barracones y el conflicto con los interinos. Para Bonig toda la gestión, incluida las condenas al Consell por negar información a la oposición o las listas de espera de Sanidad son responsabilidad del presidente, a quien urgió a disolver las Corts y convocar elecciones anticipadas.

En su andanada contra el presidente, Bonig no olvidó la cuestión catalana. Para la presidenta del PP, es Puig el responsable de «permitir la catalanización» de la C. Valenciana. «Bloc y Compromís no engañan, el que engaña es Puig», a quien Bonig ve más cerca de Miguel Iceta que de Susana Díaz. Incluso exigió al presidente de la Generalitat que se pronuncie sobre las palabras del presidente de las Corts, Enric Morera, a favor de la puesta en libertad de los exconsellers de Puigdemont. El PPCV pedirá la reprobación del dirigente de Compromís si no rectifica. En esa línea, Ciudadanos calificó de «vergonzoso» que Morera «defienda a quien se salta la ley».

Bonig se pronunció también sobre las «desavenencias» entre PSPV y Compromís, en las que la «descomposición» del Consell «se ha visto sin fisuras».

En clave interna, el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, asistirá a la comida que el PPCV organiza en València como inicio oficial al nuevo curso. Tendrá lugar después del Debate de Política General, en concreto, el día 22. La victoria de Casado ha dado oxígeno a los críticos, pero la tensión ha bajado. Todo apunta a que Casado enviará un mensaje de respaldo a Bonig. Ambos tienen pendiente abordar el cabeza de lista por València, si bien Casado tiene pensado anunciar conjuntamente las candidaturas de las principales capitales.