El escándalo del máster de la ministra de Sanidad, la valenciana Carmen Montón, ha planeado sobre el debate de política general que se celebra hoy en las Corts, aunque la protagonista, hasta hace unos meses consellera de Sanidad, es, de momento, la innombrable. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha puesto en valor la sanidad valenciana y las políticas de igualdad de género, pero ha evitado hacer alusión alguna a quien, con un curriculum hoy cuestionado, fue miembro de su gobierno durante tres años y que, además, pasaba por ser una de sus conselleras más feministas. Presidencia se agarra a que esta polémica ha llegado cuando Montón ya no forma parte del Ejecutivo, pero es sin duda el asunto más incómodo con el que el jefe del Consell tendrá que lidiar hoy ya que todos los focos están puestos en el futuro de la ministra. Nadie la ha nombrado, pero todo el mundo la tiene en mente.

De hecho, en los corrillos, quienes fueron compañeros de escaño de la exconsellera, daban por hecho a primera hora de la mañana que la socialista no aguantará la presión y que hoy está llamado a ser como el día en el que dimitirá el segundo ministro valenciano de la corta legislatura de Pedro Sánchez.

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, podría ser la primera en mentar la bicha, aunque quizás prime la prudencia en el PP para evitar salpicar a su jefe, Pablo Casado.

En los pasillos, la primera en hacerlo ha sido la portavoz de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, que se ha apresurado a pedir la dimisión de la valenciana durante su valoración ante los periodistas del último discurso de política general de la legislatura de Puig. Tras ella han comparecido los portavoces de Podemos y Compromís, que tampoco han considerado suficientes las explicaciones de la ministra.