La dimisión de Montón se suma a la baja que ya causó el efímero ministro valenciano de Cultura Màxim Huerta. Siete días ejerció el presentador hasta que una investigación periodística fulminó la carrera política de Huerta.

Defraudó a Hacienda 218.000 euros en 2006 a través de una sociedad que creó cuando trabajaba en la televisión y por el que tributó por el impuesto de sociedades y no por el IRPF. Huerta pagó la multa impuesta de 243.000 euros pero no fue suficiente para que se marchara por la «jauría» (como él mismo definió) ante la cual su inocencia «no valía nada».

Ayer, la posible dimisión de la ministra Montón tras los últimos datos revelados planeó sobre el debate de política general durante todo el día. Ximo Puig pasó de largo sobre el tema y logró esquivarlo a durante todo el día, como tampoco mencionó el tema Isabel Bonig, síndica del PP, consciente de que no es un escándalo del que puedan sacar rédito ya que su jefe de filas, Pablo Casado, tiene atravesado su propio máster.

La síndica de Cs, Mari Carmen Sánchez, pidió su dimisión si no desmontaba las acusaciones. Antonio Estañ (Podemos) no vio concluyente sus explicaciones y Compromís le avisó de que deberá irse si su respuesta no era adecuada. Su único defensor fue Manolo Mata (PSPV): «Mi amiga Carmen Montón ha hecho el máster, ha presentado los documentos y lo ha pagado», dijo.