No fue un debate porque no era el foro, pero ha quedado claro esta mañana que la propuesta de modificación de la Constitución que lanzó el Consell hace unos meses no es compartida en la Universidad Católica de València.

El acto de concesión del doctorado honoris causa a título póstumo al primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez, se ha convertido en un homenaje no solo a la figura de Suárez sino a la Constitución de 1978, de la que próximamente van a cumplirse 40 años. En el acto han intervenido el cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares; el hijo del expresidente, Adolfo Suárez Illana; el rector de la Católica, José Manuel Pagán y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo.

Solo Bravo se ha mostrado favorable a una reforma de la Constitución y ha recordado que nunca en la historia de España se ha podido reformar una Carta Magna y que lo habitual en los últimos dos siglos ha sido derribarlas antes que adaptarlas a las necesidades de la sociedad, algo que ahora es necesario afrontar. El Consell ha sido el primer gobierno autonómico que ha mostrado su propuesta de reforma. Bravo ha dicho en la Católica que hay que hacerlo "sin inmovilismos ni miedos" y que "nadie está en posesión de la verdad absoluta".

Sin embargo Pagán ha señalado en referencia a la Carta Magna que no todo lo que puede hacerse es conveniente hacerlo. Suárez ha asegurado que la Constitución que impulsó su padre en 1978 fue la primera de la historia que no se hizo contra nadie y Cañizares ha reclamado la necesidad de recuperar el espíritu de la transición y ha advertido igual que Suárez de que la concordia está en peligro en España.

A la entrada, Suárez Illana ha manifestado que desea "lo mejor" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero ha considerado que hay "un proyecto mucho más interesante para España y los españoles" que el del jefe del Ejecutivo y es el del líder del PP, Pablo Casado al ser preguntado por los 100 primeros días de Gobierno de Sánchez.

Cañizares ha anunciado durante el acto académico de investidura del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez como doctor honoris causa por la Universidad Católica de Valencia (UCV) la creación de la Cátedra de Derecho Constitucional en la citada universidad, de la que Suárez será catedrático honorario.

Cañizares ha asegurado que Suárez fue un hombre "de arraigada y profunda fe cristiana que se volcó por ello en la creación de una Constitución de la concordia". Ser cristiano no debe quedarse "en la esfera de lo privado", ha opinado el Arzobispo de Valencia, poniendo como ejemplo al expresidente del Gobierno de la UCD, que trató de actuar "en cristiano" en la vida pública, siendo así "un presidente para todos; por ello se consiguió hacer una Constitución de todos". Recibió el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, según el Gran Canciller de la UCV porque trabajó "por la paz, la reconciliación, el diálogo y el entendimiento de todos los españoles".

Igualmente, el cardenal Cañizares ha subrayado que Suárez, fue un gran defensor del derecho a la vida y el derecho a la enseñanza, consagrados por la Constitución: "No podemos ceder en la defensa del artículo de la libertad de enseñanza porque lo que está en juego es decidir quién educa: el Estado o la familia".

Suárez ha descrito a su padre como "un humanista cristiano metido a político" en su nombramiento como doctor honoris causa por la UCV: "Ha sido el único capaz de meter a España entera detrás de una sola Constitución que por primera vez en nuestra historia no era una imposición de una parte de España sobre la otra. Mi padre cultivó fundamentalmente una virtud cristiana: el desprendimiento. Y fruto de ello nació la concordia que guio sus acciones políticas".

"La concordia entre los españoles está gravemente amenazada en nuestros días. Pero creo que los españoles somos capaces de conjurar esa amenaza que se cierne sobre nuestra concordia. Construyamos un futuro común sobre los principios y valores sobre los que fundamentamos nuestra existencia como nación. Ese futuro no puede construirse al margen de los ciudadanos sino con todos", ha aseverado.

Lo que hizo "excepcional" al proceso de transición en España fue para Suárez Illana la "forma" en que se hizo: "Era un país dividido, que venía de una guerra fratricida y cuarenta años sin libertades políticas. Aun así, fuimos capaces, sin quebrantar una sola ley, de transformar aquel Estado, con el acuerdo de todos, en otro social, democrático, de Derecho, bajo la forma de una moderna monarquía parlamentaria, comparable a las mejores del mundo. La receta de la concordia para hoy es sencilla, la misma de entonces, fijar objetivos comunes y aceptar sacrificios personales".

José Manuel Pagán, rector de la UCV, ha subrayado en su intervención en el acto que hoy el presidente Suárez es "un modelo de conducta, un estímulo, una motivación para salir del área de confort de cada ciudadano y poner al servicio del bien común los talentos, muchos o pocos, que se posean".

"Ahora más que nunca necesitamos líderes que como Suárez conciten a las personas en torno a valores, estilos y fines; líderes que en momentos difíciles como los actuales den un paso al frente. A la formación de estos líderes también nos debemos la Universidad, impregnando a nuestros alumnos de un estilo universitario, que tan bien personificaba nuestro nuevo Doctor Honoris Causa, líderes que sean magnánimos en sus planteamientos, generosos en su entrega, que amen la libertad y el diálogo, y que sientan pasión por la Verdad, conscientes de que "la verdad nos hace libres", ha indicado.

"Una generación y un presidente que nos enseñó que por encima de los intereses particulares está el bien común; que conquistó para nosotros el valor de la tolerancia, de la reconciliación, del consenso, del diálogo político, del respeto al otro y de la misma libertad de expresión; que se entregó en cuerpo y alma a la defensa y divulgación del compromiso ético y del rearme moral de la sociedad española; que nos enseñó que la política no es un mercado en que todo se compra y se vende, hay valores, los que fundamentan la convivencia democrática, que deben quedar fuera de la negociación política", ha apuntado.

Por su parte, Gabriela Bravo se ha referido a Adolfo Suárez como a "uno de los arquitectos de la recuperación de los derechos y libertades de nuestro país" y "referente de la Transición, el proceso político con el que los españoles asombramos al mundo con nuestra capacidad para el diálogo y el acuerdo en aras de un futuro de paz y de libertad".

En este sentido, la consellera de Justicia ha citado la descripción del político de Ávila que se refiere a él como "al hombre que mejor abrazaba de España". "La España del siglo XX necesitaba, en su tercio final, la reconciliación que se condensa en un abrazo -ha afirmado Bravo- Por ello, Suarez supo que el futuro de los españoles pasaba por volver a abrazar y volver a abrazarnos".

"No es casualidad que un pintor valenciano, Genovés, fijara el icono de la transición con una pintura el abrazo, que ocupa un lugar de honor en el Congreso de los Diputados. Suárez supo abrazar y supo que los abrazos no serían posibles sin incorporar a todos. Y un abrazo no era un gesto más o menos cortés sino que era un acto valiente de apuesta por un futuro democrático", ha añadido.

Esta capacidad de Suárez, "cuarenta años más tarde es un mérito que debemos reconocer y recordar pero, sobre todo, del que debemos aprender. Que la UCV lo haga hoy invistiendo doctor honoris causa a Suárez es un acto que honra a la institución y que a nosotros nos interpela, una lección sobre lo necesario que es recordar, sin ira, para aprender de los errores y progresar con los buenos ejemplos".

Por otro lado, la consellera se ha referido a los valores de la Carta Magna, por la que tanto trabajó el homenajeado. "Son necesarios actos como éste para recordar el liderazgo de Suárez, ejercido desde la generosidad. Y la Constitución es el marco de convivencia que debe guiar nuestros comportamientos; sin ella no puede haber justicia, libertad ni pluralismo político".