Astral desembarca en la Marina de València

Astral desembarca en la Marina de València

La imagen de Aylan, el niño sirio de tres años que apareció ahogado en las playas de Turquía, removió la conciencia de la ciudadanía tras aparecer en la portada de todos los medios en septiembre de 2015. Por ello, un grupo de expertos sanitarios decidieron viajar a la costa turca para mostrar al mundo los problemas que comporta esta crisis humanitaria. De esta manera, nació la ONG de ayuda a refugiados, Proactiva Open Arms.

«Muchos nos preguntábamos qué estaba pasando, ya que esto ocurría en el Mediterráneo, el mar donde nos bañamos», explicó ayer una de las médicas de la ONG, Leticia Cabo, a un grupo de estudiantes que visitaban la embarcación Astral en la Marina de València. El barco estará atracado hasta el próximo 21 de octubre. Con esta iniciativa, la organización pretende concienciar a los visitantes sobre la importancia de estos equipos de rescate que, día a día, recorren el Mediterráneo para salvar a los inmigrantes. «En València se ha visto una implicación especial durante los últimos meses y esto está generando que la ciudadanía quiera saber más», señaló la integrante.Los inicios

A lo largo de estos tres años, la organización ha contado con doce embarcaciones, pero «las imágenes que difundíamos molestaban a los gobiernos y ahora solo quedan dos», destacó la médica. Astral es una de ellas y fue una donación de un ciudadano que «descubrió nuestro trabajo gracias a las redes sociales y se dio cuenta de que no era justo pasar las vacaciones en un lugar donde moría gente».

Los estudiantes escucharon atentos las explicaciones de Cabo y le plantearon algunas dudas respecto a este problema. «Dedicáis mucho esfuerzo y trabajo, no es justo lo que está pasando», destacaron muchos de ellos. La integrante de la ONG les recordaba que los rescates no son fáciles porque «nos persiguen, nos disparan, nos secuestran y nos denuncian por tráfico ilegal de personas porque nos consideran una organización criminal y solo estamos evitando que las vidas se pierdan en el mar». Sin embargo, recalcó la «respuesta en positivo» por parte de la sociedad civil que «quiere ser parte de la solución».

A lo largo de la visita, los jóvenes pudieron descubrir los rincones en los que se habían salvado algunas vidas y se sorprendían al conocer que en aquella embarcación de treinta y tres metros habían llegado a convivir más de 250 personas. «La mayoría son niños porque sus familias deciden invertir el dinero del billete en ellos y nosotros intentamos que estén en la zona más protegida», afirmó la médica.

No obstante, el rescate no termina cuando los suben al Astral, puesto que «los países empiezan a dar largas para no acoger a estas personas cuando el asilo es un derecho universal». Por ello, las organizaciones están denunciando esta situación «gracias a la ayuda de los medios de comunicación que se convierten en los ojos de todo lo que está ocurriendo».

Una vez terminadas las visitas, Astral viajará a Barcelona para ser reparado y continuar con sus labores de ayuda. Sin embargo, Cabo no quiso finalizar la visita sin lanzar un mensaje de esperanza a las nuevas generaciones. «Vosotros podéis ayudar contando a vuestro entorno qué está ocurriendo porque nosotros no vamos a parar», recalcó.