El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, no asegura la gratuidad de la AP-7 y ayer anunció que su departamento va a impulsar distintos estudios junto a la Generalitat Valenciana para «tomar la mejor decisión».

«Esta es la única vía rápida que tenemos, si a final termina siendo una carretera secundaria más, nos faltará la rápida, ¿no? Hay que tener estudios serios», le explicó el ministro al diputado de Compromís Joan Baldoví, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso.

Baldoví había exigido al ministro un compromiso con la gratuidad de esta vía una vez que pase a manos del Estado, así como rebajas en los peajes en línea con los establecidos en Cataluña y nuevas conexiones entre la autopista y las carreteras nacionales 332 y 340.

El ministro reiteró que no habrá otra prórroga de la concesión, pero que se va a estudiar las necesidades de tráfico, las conexiones que necesita la AP-7 y el coste de la conservación, un asunto que en opinión de Ábalos requiere una «reflexión profunda porque las partidas para mantenimiento han ido bajando. Todos estos estudios tendrán en cuenta además las disponibilidades presupuestarias».