Los sindicatos coinciden al señalar que la negativa de la conselleria a reconocer esa «conducción especial» no es solo por una cuestión de dinero, ni por tener que abonar complementos en las nóminas.
«Estamos convencidos de que es por el parque móvil de vehículos, con coches que tienen hasta 22 años de antigüedad», razonan. Además, apuntan que al tratarse de una actividad principal no accesoria, la de conducir vehículos, «requiere de la preceptiva evaluación de riesgos».
Algunos de los coches que utilizan los agentes medioambientales de la Generalitat Valenciana acumulan hasta 400.000 kilómetros, de ahí que este verano elevaran la voz para reivindicar la introducción de mejoras para un colectivo «comprometido con la defensa del medio ambiente y del territorio valenciano».
«Los agentes medioambientales tienen un compromiso muy fuerte con los ciudadanos», según Javier Redomero, de UGT, pero si en la época del Partido Popular «no se demostró ningún interés» por solucionar sus condiciones de trabajo, en los tres años del Botànic «no hemos visto grandes avances». «Lo que pedimos es trabajar con seguridad y tener medios acordes», inciden.
El material obsoleto, además del mal estado de los vehículos con los que transitan por las pistas forestales son quejas históricas que volvieron a repetir ante la conselleria de Medio Ambiente el verano pasado, donde ya advirtieron de que dejarían de conducir al no tener reconocida esa función.
