Consolidar la Europa del crisol de culturas (‘melting pot’, en inglés), del respeto y de la integración, es decir, la adecuada gestión del flujo migratorio es, a juicio del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el «mayor reto que tienen hoy los países europeos».

Así lo expresó anoche durante la conferencia impartida en el Club de Encuentro Manuel Broseta, en la que puso de relieve que África duplicará su población actual en 2050, por lo que, dijo, «los movimientos de población no son un problema pasajero sino un fenómeno perenne».

Frente a esa realidad, propuso una “migración ordenada, segura y controlada”, por “razones de humanidad, por supervivencia del proyecto europeo y, por qué no decirlo, para evitar el discurso supremacista que propugna el odio al diferente y está en la base de los populismos” que están creciendo en los países europeos. El ministro contestó a todas las preguntas formuladas:

¿Qué piensa sobre el destierro de condenados con antecedentes graves?

Quiero dar mi pésame a familia de Laura Luelmo. No conocemos las circunstancias, así que hay que esperar. Necesitan debates serenos y consensuados. La resocialización y la reinserción es una de las bases de las condenas. Es en estos momentos cuando no se debe hablar; hay que hacerlo desde la serenidad. Cobertura humana y profesionalidad en la investigación.

¿Hay recursos suficientes en el campo del ciberacoso preventivo y punitivo en niños?

La protección de los menores es clave. Aproximadamente el 60 % de los delitos se cometen a través de la red. Desde la SES se elaboran planes tutores en este caso el de menores protección (CNP) y en la paete punitiva hay unidades especializadas de la policía y de la Guardia Civil. Hay muchas redes desmanteladas por ambos cuerpos. Es una preocupación especial de este minsiterio Estamos trabajando en el desrrollo de una herramienta específica.

Las solicitudes de asilo se han multiplicado por siete en cinco años...

La tasa de devolución no es muy alta a día de hoy. Hay que trabajar con políticas de conjunto, en la migración circular y en la cooperación con países africanos en busca de convenios de migración regular analizando necesidades y circunstancias de esos países para atenderlas alló. Antes no se ha hecho y estamos empezando a hacerlo ahora. Durante años no ha habido políticas migratorios en España. UN dato: hace cinco años había 5.000 solicitudes de asilo y el año pasado llegamos a las 35.000. Y no se había incrementado la plantilla desde que se creó la oficina de gestión de asilos en 1992.

¿Se van a desarrollar medidas concretas en el campo de las migraciones?

A Corto plazo: control de fronteras interno y en cooperación y colaboración con países de origne y tránsito. Se han firmado convenios con Marruecos y de retorno seguro con Mauritania y Senegal. Más retornos pese al aumento de las llegadas. Y puesta en común con Europa en política migratoria común. El presidente de Mauritania, en uno de los encuentros que hemos tenido, me lo dijo muy claro: “Ustedes, en Europa, no quieren que se les llene de personas que van desde aquí, pero es que nosotros tampoco queremos quedarnos sin nuestros jóvenes. Se nos van los más preparados y los más fuertes. Sin ellos, no construimos país”.

¿Variará mucho el presupuesto en este campo?

Lo vamos incrementando en los presupuestos para el año que viene. Se incrementa razonablemente. Yy también aumentará de una manera importante la dotación presupuestaria en la coordinación con Europa

Recordó que, pese a que esa realidad era conocido, el actual Gobierno se encontró con una falta absoluta de previsión a su llegada a la Moncloa. Citó, como ejemplo, el «lamentable» estado de la oficina que tramita las peticiones de asilo, que mantenía la misma plantilla que cuando fue creada, en 1992, y cuyo sistema informático estaba sin actualizar desde 2006, lo que situaba en una media de 24 meses el tiempo de espera para resolver las peticiones de protección y refugio.

Grande-Marlaska alabó el «acuerdo histórico» alcanzado tras la cumbre de Marrakech, en noviembre pasado, en la que participaron 150 países. «Es una excelente noticia que una amplia mayoría de países del mundo compartan que la aproximación al fenómeno debe ser multilateral, con el propósito de trabajar en medidas a corto y largo plazo y, sobre todo, desde el entendimiento de que ningún país es capaz de gestionar este fenómeno estructural en solitario».

Pacto de Estado

El ministro abogó por un «pacto de Estado en el que los intereses nacionales se antepongan a la disputa partidista» y para ello defendió seguir trabajando en los frentes actuales: el policial, con la vertiente asistencial y la de lucha contra las redes que trafican con personas, la cooperación con los países de origen, para trabajar en el control de los flujos y en el retorno ordenado y en la acogida, con el pensamiento puesto en la Europa multicultural que garantice el estado del bienestar. El FMI, recordó, cifra en cinco millones las personas «necesarias en España en 2050 para mantener nuestra sanidad y nuestras pensiones».

Grande-Marlaska advirtió de los peligros de los populismos que «promueven el odio» y la xenofobia, y para ello defendió «aprovechar la ventana de oportunidades» para lograr una migración ordenada, controlada y segura, reforzando así los pilares de la política de flujos migratorios del Gobierno socialista de Pedro Sánchez.

Para ello, las fuerzas de seguridad seguirán trabajando para destapar las mafias que se lucran con la trata de seres humanos y en el rescate y asistencia a los migrantes, pero también se apuesta por continuar con las políticas de retorno seguro, de asilo de quienes lo pidan (incidió en que menos de un 12% de los que llegaron en 2015 a la Unión Europea pidieron refugio) y, por supuesto, con los acuerdos de cooperación con los países de origen y de tránsito de los migrantes.

A la conferencia, presentada por la presidenta del Club de Encuentro Manuel Broseta, Amparo Matíes, asistieron, entre otros, la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella; el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio; la presidenta del TSJ, Pilar de la Oliva; y el teniente general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD), Francisco José Gan Pampols.