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La Universidad Católica impulsa el primer Grado en Ciencias del Desarrollo

El objetivo de la nueva titulación de cuatro años es formar "coordinadores de la atención a la emergencia y gestores de la cooperación internacional"

El cardenal Antonio Cañizares, en el centro, en el congreso de la UCV en el que anunció en 2017 los trabajos para solicitar el nuevo Grado. avan

La Universidad Católica de València (UCV) San Vicente Mártir trabaja por implantar el próximo curso 2019-20 un Grado en Ciencias del Desarrollo que será único en las 9 universidades que integran el Sistema Universitario de la Comunitat Valenciana (SUCV). En España solo existen dos Grados similares, que bajo el nombre de Estudios Globales y en la nueva modalidad de títulos de tres años (180 créditos) ofertan desde hace tres cursos la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y desde este 2018-19 la Universidad de Salamanca (USal).

La doble negativa que esta nueva titulación ha recibido este pasado año 2018 por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), sin cuyo informe favorable es imposible implantar un nuevo Grado universitario en España, no ha restado un ápice la ilusión de la universidad del Arzobispado de València por poner en marcha estos estudios basados en la encíclica del Papa Francisco Laudato Si sobre ecología integral y desarrollo sostenible.

De hecho, el equipo rectoral que lidera el rector José Manuel Pagán ya está trabajando por volver a solicitar este año a la Aneca la autorización para abrir el Grado en Ciencias del Desarrollo. Esta titulación es una petición expresa del cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, gran canciller y máximo responsable de la UCV, como vía para formar a profesionales capaces de ayudar a los países en vías de desarrollo a salir de la espiral de pobreza y hambre que les ahoga.

Apuesta del cardenal Cañizares

En octubre de 2017, cuando la UCV acogió el II Congreso Internacional sobre Hambre, Pobreza y Sostenibilidad, el cardenal Cañizares ya apostó por el Grado en Ciencias del Desarrollo al denunciar que tras el hambre que pasan 900 millones de personas en el mundo «hay carencias estructurales y un abismo cada vez mayor entre pobres y ricos». «Vivimos en un mundo injusto con sufrimientos provocados por los hombres. Hemos de ser promotores de un mundo más justo, luchando codo con codo sin mirar pasaportes ni ideologías», añadió. «A través de la investigación y la educación, tenemos la oportunidad de hacer conscientes a las nuevas generaciones de la importancia de transformar el paradigma actual que rige el mundo», concluyó.

El vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UCV, Luis Miguel Esteban, explica a Levante-EMV que este 2019 llevarán de nuevo a la Aneca el proyecto de nueva titulación, recogiendo las recomendaciones hechas por este organismo autónomo y que principalmente pasan por la denominación del Grado, que podría pasar a llamarse de Estudios Globales y del Desarrollo.

Esteban defiende la implantación de este nuevo Grado con el fin de «cubrir la demanda de especialistas preparados para trabajar en países en situación de emergencia humanitaria». «El tercer sector, el de la solidaridad, la cooperación y la ayuda al desarrollo, ya emplea al 5 % de la población», destaca.

El objetivo de este nuevo Grado, prosigue Esteban, es formar «coordinadores de la atención a la emergencia y gestores de cooperación internacional» que trabajen en los países en vías de desarrollo o en organismos y agencias internacionales (Acnur, Unicef, FAO, OMS...) y Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD).

Plan de estudios de 240 créditos

El programa académico, enmarcado en el área de Ciencias Sociales, incluye formación en economía, derecho internacional, idiomas, cooperación al desarrollo, gestión de recursos humanos, diplomacia, planificación de proyectos, interculturalidad, ética y filosofía del desarrollo, salud pública, emprendimiento, migraciones, responsabilidad social corporativa, medios de comunicación y desarrollo, resolución de conflictos y arbitraje, así como en diálogo interreligioso.

A diferencia de la UPF y la USal, la Universidad Católica prepara un plan de estudios de cuatro años (240 créditos) y su intención es ofertar inicialmente 30 o 40 plazas una vez la Aneca lo autorice y cuente también con el sí de su homóloga autonómica, la Agència Valenciana d'Avaluació y Prospectiva (AVAP). La autorización final depende de la Conselleria de Educación, que nunca ha negado a una universidad privada la implantación de un Grado sobre el que han informado favorablemente Aneca y AVAP.

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