Sin una decisión en pie. Así finalizó ayer la reunión entre el presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, y el alcade de Llíria, Manolo Civera, para tratar de dar viabilidad financiera a la construcción del nuevo centro de recepción de menores proyectado en Llíria. El anterior convenio, que dividía la intervención en dos fases -con un presupuesto de 900.000 euros para la primera de ellas-, caducó el 31 de diciembre al no finalizarse las obras -que ni siquiera fueron adjudicadas- en ese plazo. La diputación baraja tres opciones: firmar un convenio igual al anterior, crear uno nuevo que recoja la construcción del centro en una única fase o que el ayuntamiento ceda el edificio a la diputación y ésta se encargue del proceso. El centro debía haber estado preparado en enero de este año, y las obras ni siquiera han empezado.