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Entrevista

"Las víctimas de la Transición molestan a sus autores y a los que se apropiaron del mito"

Sophie Baby sostiene que la democracia española se sustenta en el mito de la Transición pacífica Ha contabilizado 714 víctimas entre 1975 y 1982

"Las víctimas de la Transición molestan a sus autores y a los que se apropiaron del mito"

Nada a contracorriente desde que en 2006 inició una investigación sobre la violencia durante la Transición española. Seis años después, el estudio se convirtió en el libro El mito de la transición pacífica. Violencia y política en España (1975-1982), que no se traduciría al castellano hasta 2018. Sophie Baby (París, 1977) visitó València ayer para intervenir en los debates de la Institució Alfons el Magnànim para explicar la cara oculta de una etapa mitificada, relatada como pacífica pero que se saldó con 714 víctimas según su recuento.

«La democracia española se ha sustentado en el mito de la Transición y como parte de él, que fuera por la vía pacífica». Baby explicó que ahora esa tendencia ha cambiado. «Los partidos hablan de esto, hay investigaciones y la memoria histórica se interesó por las víctimas del franquismo y de la Transición». Estas últimas «molestan» a los autores y a aquellos que se han apropiado del mito. «Antes era la izquierda socialista y ahora, desde hace veinte años, es la derecha del PP».

Precisamente, para la profesora de Historia en la Universidad de Borgoña, es una anomalía tanto en la política europea como en la mundial que el PP no haya reconocido la dictadura franquista. «Tiene que ver con una función política que creen que todavía tiene la Transición», señaló. Sin embargo, cree que a los españoles «no les molestaría» dejar a un lado el «metarrelato» y condenar «rotundamente» el franquismo. Es igual de clara al responder a si es otra rareza que el dictador esté enterrado en el Valle de los Caídos. «Obviamente, no cabe duda».

La violencia durante los siete años que contabiliza se ocultó para responder a un interés. El mito del pacifismo permitió salir al país de las décadas de violencia «fratricida», pero también de una idea general de que los españoles eran violentos entre sí. Baby explica que se trataba de un momento histórico «en el que se salía de la violencia y se abrían a la modernidad».

La historiadora pone de relieve otro hecho que explica la idealización de la época porque «el mito nació al mismo tiempo que se hacía la Transición», explicó. A principios de los 70 ya había una voluntad de llegar a la democracia. Por ello, «al mismo tiempo que había muertes, se decía que había que llegar a la democracia por la vía pacífica». La autora cree que el discurso político obedecía a un sentimiento social compartido, que fue el que se construyó como relato de lo que fue la Transición.

De las 714 víctimas, 376 murieron a manos de ETA. El Estado acabó con la vida de 178 personas, y el resto fueron provocadas por los Grapo y grupos de extrema derecha. Sin embargo, a partir de 1982 la violencia descendió. Quedó el terrorismo de ETA y de los GAL, y las últimas conspiraciones desaparecieron con la entrada en la OTAN. La violencia de la extrema derecha desapareció con el fallido golpe de Estado del 23-F y el fracaso en las elecciones generales de Fuerza Nueva. En la extrema izquierda, la mayoría se integraron en la política democrática y los Grapo fueron detenidos y neutralizados. Además, desaparece la represión en las manifestaciones porque «la violencia de las fuerzas del Estado desaparece: se adapta al marco democrático», señaló.

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