Los médicos valencianos notificaron al colegio oficial el año pasado 26 agresiones, un 45 % por encima de las registradas solo dos años antes.

Son las cifras que la entidad colegial hizo públicas ayer en el día nacional contra las agresiones al personal sanitario. Las 26 cumplen el perfil: se dan más en el ámbito de la Atención Primaria (77 %), hay más ataques verbales que físicos (83 % frente a 17%) y un componente de género muy acusado (seis de cada diez son a mujeres).

Aunque no están todas las que son -desde el colegio tienen claro que hay muchas que no se registran- sí hay un denominador común «inquietante»: dos de cada diez son por discrepancias en el diagnóstico o el tratamiento que el médico decide por la búsqueda de información en Internet del paciente, el llamado Doctor Google.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos elevó ayer esta explicación como causa a las agresiones hasta el 46 %. «Dr. Google es una herramienta peligrosa para el paciente y puede suponer un punto de conflicto con el médico, poniéndose en duda su criterio», según Mercedes Hurtado, presidenta del colegio valenciano.

Siguiendo los datos del consejo nacional, el total de agresiones registradas a médicos el año pasado en la C. Valenciana fue de 41, lo que supone 1,6 agresiones por cada 1.000 facultativos, por debajo de la media nacional de 1,9.

Según las cifras de la Conselleria de Sanidad, que incluyen a todo el personal sanitario, en 2018 se registraron 530 agresiones, ocho de cada diez verbales. Aquí también hay una marcada diferencia por géneros: teniendo las mujeres médico hasta el doble de riesgo en Primaria de ser agredidas que ellos. Los colectivos con mayor riesgo de ser atacados son celadores, auxiliares de enfermería y enfermeros.