El médico psiquiatra valenciano acusado por el testimonio de Alberto, se desvinculó de cualquier terapia de reversión, contactado por Levante-EMV. «Soy psiquiatra de adultos y trato las patologías reconocidas en las clasificaciones internacionales, las versiones más actuales son la CIE 10 de la OMS y la DSM 5 de la APA. En ambas no consta la homosexualidad como patología», afirmó. «Sobre el pecado, pregunte mejor a un experto en moral católica».
No obstante, tras la celebración de la I Jornada de Psicosomática y Psicoterapia en Madrid en el año 2015, diversos profesionales manifestaron la necesidad de incluir la «dimensión trascendente de la persona» en el discurso científico. Entre ellos, se encontraba el psiquiatra referido, quien señaló como importante la vinculación entre 'mindfulnes' y espiritualidad cristiana. Y es que su relación con entidades religiosas trasciende el ámbito privado de la ideología personal y se refleja en su vertiente profesional. Así, manifestó su defensa de la «inacabable verdad de la ciencia, reflejo de la obra divina, frente al reduccionismo cientifista que pretende explicarlo todo con la evidencia estadística de la probabilidad o el tamaño del efecto».
Una vertiente profesional que vincula psicología y cristianismo que le ha llevado a colaborar en programas y acciones de la Archidiócesis de València. Además, entre los diversos textos científicos y divulgativos que aparecen publicados en Internet bajo su firma, pueden extraerse sentencias que relacionan la homosexualidad con conductas patológicas y acciones pecaminosas. «La homosexualidad practicada y consentida representa un problema personal», argumenta en uno de sus ensayos. «No deben darse unas condiciones sociales y psicológicas que promuevan conductas o experiencias en los jóvenes hacia esta forma de contactos sexuales», añade en su texto.
