El temporal de lluvia y viento que ha afectado a la Comunitat Valenciana esta Semana Santa finalizó ayer por la tarde tras dejar registros históricos de lluvia, como los 302 litros por metro cuadrado en solo 24 horas en Xàbia. El director general de la Agencia de Seguridad y Repuesta a las Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, anunció ayer que el próximo pleno del Consell aprobará un decreto para facilitar ayudas a los ayuntamientos afectados.

Las lluvias han sido las más abundantes de un mes de abril desde que hay registros en hasta ocho ocasiones, según lo registrado en las estaciones principales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según explicó a Europa Press uno de los portavoces de la Aemet, Rubén del Campo, este temporal tiene «pocos precedentes», ya que normalmente estos episodios de lluvias en esta zona se producen a finales de verano o bien principios de otoño. «En abril es raro, poco habitual, además, que haya sido tan extenso, pues ha afectado a muchas zonas de Murcia y la ComunitatValenciana, y con precipitaciones muy intensas», resumió.

El paseo marítimo de València cubierto en su totalidad por la arena de la playa es una de las imágenes que mejor resumen los efectos del temporal. La arena ha engullido el paseo marítimo de las playas del Cabanyal, la Malvarrosa y la Patacona. Algunos curiosos, incluso, no dudaron en acercarse a ver en primera persona los destrozos provocados por el fuerte viento. El alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, visitó ayer el paseo de la Patacona y declaró a Levante-EMV que «nunca habíamos visto nada igual» y que los vecinos de la zona «no recuerdan una tormenta como esta», informa Héctor Casero.

Acuíferos y agricultura

Ante un panorama «catastrófico», en palabras del presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de València (FEHV), Manuel Espinar, muchos locales de primera línea costera decidieron cerrar. Sin embargo, pese al impacto negativo en el ámbito económico, este temporal podría ayudar a mejorar los niveles de las reservas hídricas de la Comunitat.

En la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida, las incidencias más importantes por el temporal se concentraron en Ontinyent, donde el derrumbe parcial de dos inmuebles deshabitados en el casco antiguo provocó desprendimientos a la vía pública después de superarse los 200 litros recogidos por metro cuadrado. El temporal también ocasionó problemas de tráfico en las carreteras CV580 de Anna a Dos Aguas, el enlace de la A35 con Canals y en la CV-600 de Xàtiva a Benifairó.

El sector agrario celebró especialmente las lluvias en la Vall d'Albaida y las señaló como «muy beneficiosas» después de un invierno muy seco. Las precipitaciones contribuyeron a recargar los acuíferos, duplicaron la cantidad de agua embalsada en el pantano de Bellús y multiplicaron por 150 el caudal del río Albaida, informa Sergio Gómez.

Lluvias en el interior

Por otra parte, después de más de cuatro meses de escasas precipitaciones las lluvias llegaron también con fuerza a la comarca Requena-Utiel, donde la cantidad media de agua recogida supera los 80 litros por metro cuadrado. Cabe destacar los más de 180 litros caídos en Chera en 24 horas. Según el alcalde de esa población, Alejandro Portero, «el embalse de Buseo ha subido 120 hectómetros cúbicos en solo doce horas y está a la mitad de su capacidad».

Muy destacada ha sido también la lluvia caída en 48 horas en zonas del municipio de Venta del Moro, que ha dado con hasta 120 litros por metro cuadrado. Según los agricultores, las lluvias eran ya muy necesarias para todos los cultivos debido al largo período que hemos tenido de escasas precipitaciones. En este sentido afirman que «beneficiará a las vides, olivos, almendros y sembrados». No obstante, han dejado claro que «para los cereales que estaban ya muy agotados por la sequía las lluvias han llegado demasiado tarde». Por el río Magro y por las ramblas de la comarca se aprecian importantes avenidas que recargaran estanques y balsas empleadas para el riego agrícola, informa Luis Ibáñez.