Uno de cada seis alumnos que entró en la universidad valenciana en el curso 2012-13 no acabó sus estudios. En el conjunto de España el fracaso fue mayor, pues afectó a uno de cada cinco estudiantes. La tasa de abandono del grado universitario es del 27,5 % del alumnado en la Comunitat, pues al 16,4 % que deja los estudios en los tres primeros cursos hay que sumar otro 11,1 % que cambia de carrera. En el global del sistema universitario español, el 33% de los alumnos no finaliza el grado que inicia, ya que el 21% abandona sin terminar los estudios y el 12 % cambia de carrera.

«Estas elevadas tasas de abandono reflejan un importante desaprovechamiento de los recursos privados y públicos dedicados a la formación universitaria y unas pérdidas anuales derivadas de este fracaso de 974 millones de euros anuales» para España, casi el 12 % del gasto en universidades públicas y privadas del país. Esta es una de las conclusiones del U-Ranking de 2019 , la clasificación universitaria que desde hace siete años evalúa el rendimiento de 62 instituciones de enseñanza superior -48 públicas y 14 privadas- en su actividad docente, investigadora y en innovación y desarrollo tecnológico.

El indicador lo elaboran la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y lo coordinan dos catedráticos de la Universitat de València (UV): Francisco Pérez, director de Investigación del IVIE, y Joaquín Aldás, investigador del IVIE y vicerrector de Estrategia de la UV.

Los autores atribuyen estas elevadas tasas de abandono universitario a múltiples causas: «carencias de la orientación y la formación previa de los alumnos; inadecuado diseño de los planes de estudios, deficiente seguimiento de los alumnos o baja calidad de la docencia impartida; bajo rendimiento académico de los estudiantes „por falta de capacidad, esfuerzo o motivación„ o nivel de exigencia inadecuado».

Mayor abandono en las STEM

El abandono se concentra en el primer año (20,6 %) pero también tiene lugar en cursos posteriores, un 8,6 % en segundo y un 4,3 % en tercero, «lo que prolonga el consumo de recursos desaprovechados». Es mayor en titulaciones técnicas y científicas, «un dato preocupante, dada la necesidad creciente de titulados STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para hacer frente a las demandas del tejido productivo para adaptarse a la digitalización», alertan. En 25 universidades las tasas de abandono de grado de Ingeniería y Arquitectura superan el 40 %.

Las tasas de abandono de los grados son en la universidad privada 8 puntos inferiores a la pública. «Los menores abandonos en la privadas es probable que se asocien a sus criterios de entrada, menos limitativos que los del sistema público, basados en una ordenación por nota de pruebas de acceso que dificulta que los estudiantes cursen el grado que desean», destaca el estudio. «El mayor nivel de renta familiar de los estudiantes de universidades privadas -prosigue- también puede frenar el abandono, al moderar el impacto del mayor coste de las repeticiones por bajo rendimiento (las tasas de las segundas matrículas y las sucesivas son más elevadas)». «Este impacto, y el de crisis económicas como la recientemente vivida, pueden forzar a un alumno sin recursos a abandonar sus estudios», concluyen.