Aena investiga una incidencia ocurrida el pasado viernes en el aeropuerto vigués de Peinador después de que un controlador obligara a frenar a un avión de Air Nostrum con destino a València cuando estaba en plena carrera de despegue y circulaba a 50 nudos (casi 100 km/h).

La torre justificó al comandante que no pudo ver que ya había arrancado e iniciado la maniobra debido a la falta de visibilidad del primer tramo de la pista, probablemente por la arboleda de los terrenos anexos. Hubo un cambio del plan de vuelo y la intención de la torre era dar paso a otro avión que se aproximaba al aeropuerto pese a que antes ya había autorizado la salida del Vigo-València afectado.

«Se investigará igual que cualquier otro incidente de tránsito aéreo», informan desde el gestor aeroportuario. Desde Ferronats, empresa que gestiona la torre de control, declinaron hacer declaraciones.

Sobre lo ocurrido, Aena confirma que «hubo una actualización del plan de vuelo y el controlador decidió cancelar el despegue». Pero el gestor aeroportuario omite entrar en valoraciones. «Si hubo algún error o algún aspecto a mejorar en el campo de vuelo, es la investigación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) la que lo determinará», afirma.

Sobre la supuesta falta de visibilidad en ese punto que alegó el controlador, desde Aena lo confirman, pero aseguran que ya se tomaron medidas. «El aeropuerto de Vigo dispone de unas cámaras que enfocan a la cabecera de pista y sirven de ayuda al controlador».

La orden de no iniciar el despegue cogió por sorpresa al comandante, ya que no había ningún peligro inminente y la nave podría haber ido al cielo sin problema alguno. Pero en la torre de control no se habían percatado de que el avión Vigo-València de última hora del día estaba ya en marcha y los controladores le transmitieron por radio que pensaban que la nave seguía parada en la cabecera. Su intención era dar paso primero a un avión de Iberia que se aproximaba a la pista. De hecho, su contraorden no fue que abortara la maniobra, sino que no arrancara. Una confusión que atribuyeron al citado punto ciego.

El comandante, alertado por la instrucción de que no saliera cuando estaba ya acelerando para levantar el vuelo y había recorrido varios metros de pista, frenó el avión y abortó el despegue. Su malestar por esta circunstancia fue mayúsculo. Y, particularmente, tras exponerle el motivo por el que le habían obligado a parar y la posterior instrucción de que debía abandonar la pista para permitir el aterrizaje de la otra nave que llegaba a Vigo. Este problema, aseguran fuentes conocedoras el aeropuerto vigués, no es nuevo, aunque hasta ahora no habría causado incidencias. O al menos no trascendieron públicamente.

Air Nostrum, por su parte, sí confirmó a preguntas de este periódico que la torre mandó parar al avión que despegaba hacia Valencia cuando rodaba ya a 50 nudos por la pista de Peinador para dar paso a un avión que se aproximaba al aeropuerto. Un imprevisto que, aseguran, provocó un retraso de 40 minutos en su vuelo. La compañía se limitó sin embargo a confirmar los hechos pero sin profundizar ni aclarar si el motivo esgrimido por los controladores fue la falta de visibilidad desde la torre u otra circunstancia.