« El conocimiento no es producto de la escolarización, sino de un intento a lo largo de la vida de adquirirlo». Albert Einstein.

«La meta final de la verdadera educación es no sólo formar personas trabajadoras, sino personas que amen el trabajo». John Ruskin.

El grado de desarrollo de una sociedad está vinculado a los niveles alcanzados por su sistema educativo. En ese sentido una adecuada formación de sus ciudadanos, adaptada a las demandas presentes y futuras del propio sistema productivo, se convierte en un pilar de su eficacia. Es sabido que los territorios, en función de la especialización de sus respectivos sistemas productivos, requieren de destrezas y aptitudes concretas. En definitiva, la educación y en particular la formación profesional constituyen una oportunidad y un instrumento para mejorar el capital humano. Nos referimos a los recursos humanos de nuestras comarcas y mercados laborales locales.

Recientemente se han presentado los resultados del plan estratégico de la Formación Profesional Valenciana, una iniciativa que ha tenido como referencia la labor de un equipo de investigadores de la Universitat de València, el impulso de la Dirección General de Formación Profesional y el interés de la Fundación Bankia Formación Dual. Los resultados se recogen en la publicación «La Formación Profesional en la Comunitat Valenciana. Situación y directrices: visión territorial», editada por Dualiza Bankia. El objetivo común ha sido guiar las políticas educativas en materia de implantación de la formación profesional con criterios fundamentados en la demanda y la oferta formativas, desde la perspectiva territorial, y con ello facilitar el aumento de las posibilidades de inserción y mejora laboral, y contribuir a la vertebración de la Comunitat Valenciana teniendo en cuenta la totalidad y la diversidad de nuestro territorio.

La Formación Profesional valenciana la componen más de 90.000 alumnos, y 10.000 profesores, distribuidos en 425 centros, de los cuales el 75% son centros públicos, que representan el 78% del alumnado. Unas cifras que permiten dimensionarla. Sin embargo es necesario un análisis del sistema educativo de la formación profesional que permita identificar las circunstancias y los procesos que condicionan su situación actual. Para ello se ha optado por tener en cuenta tanto la perspectiva territorial como la inclusión de la participación. Es decir, la opinión de centros formativos, agentes de desarrollo local, asociaciones empresariales, expertos de la formación profesional, representantes sindicales, administración pública local, y empresas, mediante entrevistas, encuestas y paneles de expertos.

Para el análisis territorial se ha contado con la participación de equipos de tres universidades valencianas, que ha permitido identificar las singularidades en materia de necesidades formativas para las áreas funcionales de la Comunitat Valenciana, según similitudes entre ellas: (a) Las regiones urbanas y metropolitanas de València, Alacant-Elx y Castelló, caracterizadas por las economías de aglomeración. (b) Las coronas metropolitanas, integradas por comarcas como el Camp de Túria y la Hoya de Buñol, en las que destacan los procesos de deslocalización y las funciones logísticas. (c) El interior de la Comunitat Valenciana, dominado por procesos de éxodo rural, despoblación y estrangulamiento de sus posibilidades laborales reales. (d) Territorios en los que se combinan los contrastes entre litoral e interior, compartiendo el mismo centro funcional, como es el caso de Els Ports-Baix Maestrat o el Valle del Palancia. (e) Territorios caracterizados por un sistema económico diversificado y dinámico, como son la Ribera del Xúquer y la Safor.

Un análisis transversal del sistema de la Formación Profesonal nos permite dibujar a grandes trazos el actual escenario, complejo y mejorable, que se ha ido configurando mediante un proceso de años, de décadas.

El profesorado es un colectivo comprometido con la mejora del sistema educativo, se muestra abierto a soluciones innovadoras que impulsen el rendimiento del sistema. La oferta existente es amplia (25 familias), y se adecua en algunos territorios a las necesidades existentes con el complemento de una oferta creciente de cursos a distancia o semipresenciales. Destacan algunas familias profesionales con avances científicos de vanguardia. El empresariado muestra su interés en participar en el proceso de formación, consciente de que se trata de un factor fundamental en la innovación de sus empresas; lo cual mejora el proceso de aprendizaje del alumnado y también del profesorado. Durante los últimos años se han realizado interesantes iniciativas comarcales o municipales que persiguen la vinculación entre el tejido empresarial local y la oferta formativa de los centros educacionales. Al mismo tiempo que la Estrategia de Especialización Inteligente es una oportunidad para articular las necesidades formativas y laborales a medio plazo.

Sin embargo el actual escenario de la Formación Profesional valenciana padece algunas dificultades que precisan ser corregidas para aumentar su eficacia (y eficiencia) social y territorial. De hecho, el catálogo de títulos no siempre se adapta a las necesidades de las comarcas o de las áreas funcionales. Se evidencia la dificultad para la estabilización de plantillas, lo que entorpece una mayor integración entre los docentes y su entorno territorial. Es manifiesta la debilidad de la formación del profesorado y del estudiantado en dominio de idiomas lo que dificulta sumarse a las oportunidades formativas internacionales. Se aprecian problemas en el diseño y la gestión de las prácticas en empresa y en particular en la Formación Dual. Se detecta la falta de coordinación efectiva entre la formación profesional reglada y la ocupacional, reflejada en los territorios. La sociedad valenciana sigue sin apreciar el valor y la importancia de la FP y, en particular en diversas ramas como las de carácter cultural. En algunos ámbitos profesionales no se exige el título de formación profesional correspondiente en la contratación de personal. Se valora una necesidad de mayor vinculación e integración entre el sistema educativo de la FP y el colectivo de empresarios, vital para el aumento de las posibilidades de inserción y mejora de las condiciones laborales.

¿Cuáles son las estrategias a seguir para la mejora del sistema educativo de la Formación Profesional valenciana? A modo de avance apuntamos una serie de recomendaciones generales que responden a los retos planteados.

Clave interna. Unas mejoras del sistema educativo de la Formación Profesional. Nos referimos a acciones dirigidas al reciclaje formativo y acciones de motivación del profesorado, la necesaria colaboración para la empleabilidad y la innovación, la confección de un catálogo de equipamientos disponibles y una identificación de necesidades, o atender a las limitaciones de la totalidad de los niveles formativos. Creemos oportuna la creación de mesas técnicas territoriales con la capacidad de adaptar la formación profesional a sus respectivos municipios y comarcas, así como organizar y gestionar la formación del estudiante en centros de trabajo, las empresas.

Clave externa al sistema eductivo. El refuerzo de las relaciones entre los centros de FP y el entorno territorial. La mejora de los niveles de formación y la empleabilidad precisa de la participación e implicacion de las agencias de desarrollo local y los pactos por el empleo, así como la coordinación entre centros F.P. y las entidades locales, ayuntamientos y mancomunidades. Es recomendable una mayor coordinación entre las diversas administraciones públicas que participan en el sector.

Visión unitaria de la formación. Modelo de sistema de una Formación Profesional Integral, que coordine el sistema educativo y la oferta ocupacional en el territorio. Abogamos por un sistema de formación laboral que acoja a diversos colectivos técnicos, políticos y profesionales, la coordinación entre instituciones responsables y con competencias en formación profesional, y el reconocimiento de las cualificaciones profesionales. Con todo es necesaria una oferta formativa coordinada entre organismos de la administración y consensuada con agentes del territorio, que responda a los intereses de desarrollo territorial.

Mejora de la imagen de la Formación Profesional, su revalorización social. La actual visión de la FP debe ser sustituida por una imagen similar a la que posee en los países de la OCDE, desde el reconocimiento de su valor. Para ello es muy recomendable un plan de comunicación de sus ventajas y sus excelencias, en donde se diseñen campañas de divulgación dirigidas a colectivos determinados (padres, jóvenes, profesorado de primaria y educación secundaria obligatoria, empresarios).

Seguimiento de la formación profesional valenciana. La implantación de un sistema de control tanto de la oferta formativa, como de la demanda. Se persigue una permanente adaptación del balance formativo tanto para el conjunto del territorio valenciano como para los territorios de referencia (áreas funcionales, mercados locales de trabajo, comarcas), teniendo como metas la calidad y la innovación. Es recomendable la constitución de un observatorio ejecutivo de la FP, que permita la participación y colaboración de actores sociales (empresariado, sindicatos, administraciones públicas), y que desempeñe la función de seguimiento mediante un sistema de indicadores.

En definitiva, estas acciones persiguen la vertebración de la Formación Profesional valenciana en el territorio, para lo cual se pretende la armonización entre la oferta formativa y las necesidades de los diferentes sectores productivos. Una relación cuya meta es el aumento de las posibilidades de inserción laboral así como la mejora de la competitividad de nuestras empresas en clave territorial.