Los malos resultados de Compromís en las elecciones municipales para el Ayuntamiento de Castelló -ha perdido uno de los cuatro concejales que logró en 2015- ya tienen su primera víctima política: Ali Brancal, número dos de la lista, anunció la noche del jueves su renuncia a recoger el acta el próximo 15 de junio, aunque se trata de una decisión forzada por sus propios compañeros del Bloc, que en la ejecutiva celebrada también el jueves para valorar los resultados la señalaron con el dedo, presionándola para abandonar.

Segun fuentes del partido, sería el propio cabeza de lista y actual vicealcalde en funciones, Ignasi García, uno de los que habría presionado para llevar a Brancal a renunciar, quien además habría pedido la baja como afiliada del Bloc.

La concejala electa, como se recordará, fue a declarar en junio del año pasado, junto al secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, ante el Juzgado de Instrucción 2 de Castelló como investigados tras recibir una querella contra ambos por parte del PP, en la que se les atribuye delitos de malversación y falsedad.

Según la querella, ambos, presuntamente, utilizaron el servicio postal municipal para enviar papeletas electorales en los campaña de las elecciones europeas de 2014. Esta circunstancia provocó que la concejala electa fuese cesada de sus funciones el pasado mes de diciembre cuando era vicealcaldesa.

Desde Compromís se limitaron a remitir un comunicado para informar de que la Ejecutiva Local «tomó la decisión de que la mejor manera de afrontar el nuevo reto era que la Ali Brancal diera un paso al lado debido a su complicada situación y a la imposibilidad de asumir responsabilidades de gobierno». Así, Compromís considera que podrá encarar la negociación con el PSPV y Podemos «de un nuevo gobierno con la fuerza necesaria para afrontar los futuros retos de la ciudad de Castelló».