Formalmente, José María Chiquillo, histórico dirigente de Unión Valenciana (UV) y cargo electo del PP desde el año 2004, no se ha dado de baja del partido, pero se lo está pensando. De hecho, su alejamiento del proyecto es un secreto a voces en un partido que le dio durante quince años cobijo y salario público. «Estoy desencantado de la política», admitió ayer en declaraciones a este diario. El exdiputado, que aspiraba a estar en la lista nacional o en la municipal, añadió que se encuentra en «parada biológica» y que se va a tomar un tiempo de reflexión. Además, no descarta darse de baja del partido. De momento, ha decidido dejar de frecuentar los conciliábulos y se ha borrado de los grupos de Whatsapp del partido.
Según algunas fuentes, la decisión de Chiquillo de tomar distancia con el partido que lo acogió cuando firmó la sentencia de muerte de Unión Valenciana corre paralela a un acercamiento a Ciudadanos, organización a la que habría ofrecido su proyecto valencianista. Las citadas fuentes indican que Chiquillo habría estado estas últimas semanas en contacto con el partido de Albert Rivera en la Comunitat Valenciana al que trataría de convencer de la necesidad de ampliar su base social al incorporar un acento regionalista. A priori, el valencianismo no forma parte del ADN de un partido con querencia al centralismo, pero no son pocos quienes creen que si el objetivo es ocupar el espacio político del PP, hay que pescar también en esos caladeros.
Chiquillo podría tener ese perfil ya que su orígenes en la política están vinculados al regionalismo. De hecho, se crió a las faldas del fundador de UV, Vicente González Lizondo, que llegó a ser presidente de las Corts y un político con influencia en el Gobierno popular.
Chiquillo llegó a ser presidente de Unión Valenciana pero en 2004 llegó a un acuerdo con el PP de Eduardo Zaplana para no presentar lista a cambio de ir él en la canditura popular. Fue la estocada definitiva a un proyecto que había dejado de interesar.
Chiquillo, sin embargo, negó la mayor a este diario. Admite que son varios partidos políticos los que se han puesto en contacto con él para interesarse por su futuro, pero asegura que no son contactos formales.
«No tiene sentido, las elecciones ya han pasado», precisó. De momento, asegura que descarta formar parte de otro proyecto político, aunque no cierra la puerta de forma definitiva en un futuro tras su «parada biológica».
